sábado, 23 de noviembre de 2019

LA MUERTE SOCIAL

Tomo de Belén Jurado una idea que me venía persiguiendo desde hace días, cuando he comentado algo sobre los demás, sobre la presencia y contacto con amigos, próximos o lejanos, actuales o pasados: Hay muchas forma de morir.

Y una de ellas es la MUERTE SOCIAL: “Hay muchas formas de morir y esta es una de ellas. Puedes estar físicamente pero en realidad NO estás”.

Muchas personas con diversidad funcional mueren socialmente y pocas personas e instituciones hacen algo para remediarlo… A mí personalmente es lo que más me duele, “voy muriendo poco a poco” como tantos otros (como todos), pero de un modo anunciado que noto cada día.


Desde el punto de vista antropológico, podemos entender que la muerte social es un modo de dejar de pertenecer aun grupo por la causa que sea.

Es cierto que a ese estado se puede llegar con o sin muerte biológica, es algo que va viniendo (como he ido dejando patente en muchas de mis entradas) en la medida en que se van rompiendo los lazos que nos unen a los otros.”

No es una queja. Las cosas son así y tienen su justificación, la cuestión es saber y poder sobrellevarlo. Y si comprendo que es difícil cambiar uno mismo, adaptarse a nuevas situaciones, he de entender también que lo es mucho más intentar siquiera de cambiar a los demás. Entenderlo y vivir con ello es algo propio e individual. 


(Los cambios en el texto son propios)

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