En el mundo educativo andamos luchando por la escuela inclusiva hace años, cifrando en ellas beneficios que no se lograrían con la segregación. Mientras, es curioso comprobar cómo los movimientos nacionalistas abogan por lo SINGULAR.
Es una de esas paradojas del mundo actual que nos van a volver locos del todo, si es que no lo estamos ya. ¿Qué es singular?. La lengua no, porque todas las que han pervivido en el territorio peninsular lo han hecho al lado de una común, es más, cada zona podría poner en la mesa elementos individuales que solo se dan en su territorio (ya sé que hago un reduccionismo fácilmente rebatible, pero es que , en caso contrario, todas las lenguas son latín vulgar). La historia tampoco, porque en este caso ha ocurrido como con las lenguas.
Lo que sí ha puesto en evidencia estos años (1977- …/…) es que existe una pluralidad interna que el estado debe permitir, pero desde un común denominador y llevamos ya muchos años con el experimento para no darnos cuenta de eso. El Estado debe MANTENER NEUTRALIDAD en la identidad de los territorios. Las singularidades solo darían lugar a luchas fratricidas y a ahogar la libertad de muchos en beneficio de algunos. Lo cual sería nefasto para todos.
Solo existe una SINGULARIDAD, la española y las diferencias lingüísticas solo han alimentado la xenofobia y el fanatismo. La pluralidad lingüística sería un elementos INCLUSIVO y no un bastón para castigar (algo así como el Código de Ulpiano).
Hoy, como siempre, solo quiero llevar al lector a la reflexión. La Constitución que nos rige lleva el mismo tiempo que las leyes franquistas y la polaridad distintiva se ha mostrado como algo negativo en la convivencia (en todos los ámbitos territoriales), dando lugar solo a la CORRUPCIÓN (no encuentro otro denominador que sirva para todas las Comunidades).
Luis María Beffa escribía el 14 de diciembre de 2017: “Dieciséis partidos concurren a los comicios, pero los electores están siendo manipulados para que opten por independencia vs no-independencia, al igual que en otras ocasiones se lleva a cabo idéntico manejo de información para forzarlos a elegir entre izquierda o derecha.
En el caso de Cataluña, en mi opinión, esta es una estrategia muy peligrosa y sádica con la ciudadanía, ya que se les hace olvidar más de tres décadas de un nacionalismo corrupto, extractivo e inepto que lleva gobernando Cataluña casi el mismo tiempo que Franco España. Y ambos con políticas conservadoras, por cierto. “
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