Cuando los sobre-esfuerzos se acumulan, en cualquiera de las variables que componen nuestro devenir vital y llevan responsabilidades emocionales, se suele llegar a una situación que se conoce como “agotamiento emocional”.
Ese proceso no es inmediato, es algo que va viniendo lentamente y que es fácil ver en los enfermos crónicos. Y el caso es que produce una ruptura en la vida de las personas que hace que sientan que no aguantan más.
Se siente pesadez y la sensación de que no es posible aguantar más. Suele venir acompañado ese “agotamiento” de cansancio físico y de insomnio, de irritabilidad, de pérdida de control, de carencia de motivación, de lejanía afectiva, de olvidos…
Visto así pareciera que la mejor medicina es el descanso y es cierto: Una relajación, la tranquilidad, no exigirse demasiado… son buenas recetas.
Hay que aprender a quererse uno mismo… como ya hemos dejado anotado en este blog, para romper los maleficios de ese agotamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario