miércoles, 10 de junio de 2020

LA SOLEDAD PROTEGE

En muchos lugares puede leerse que la soledad buscada y lograda en momentos adecuados es una buena terapia o una buena técnica para lograr el equilibrio interno que la vida requiere.

Supongo que eso es lo que llaman PAZ INTERIOR o SOLEDAD FUNCIONAL, esto es, la forma de de alejarnos de entonos desfavorables (hoy llamados tóxicos o nocivos).

Mark TWAIN decía que no hay peor soledad que de no estar bien con uno mismo y llevaba razón.

Pero existe también una SOLEDAD NO ELEGIDA, entendida como un aislamiento de las relaciones sociales, que puede sobrevenirnos por causas de lo más variadas, en las que no podemos entrar aquí. El caso es que, a veces, necesitamos renovarnos para seguir MANTENIÉNDONOS VIVOS, sea cual sea la razón de origen de esa soledad.



No es extraño que muchos se asusten de esa situación o que sientan miedo y angustia, a fin de cuentas el ser humano es un ser social. Muchos pueden cerrar los ojos a esa situación, creyendo que estar entre gente es suficiente, olvidando que no se trata de eso, sino de LA CALIDAD EMOCIONAL de las relaciones.

Hay situaciones en las que hay que tomar conciencia de la propia realidad y asumir una SOLEDAD ELEGIDA, sabiendo que esa la única solución para dedicarse a uno mismo y seguir adelante.

Los cambios geográficos, las enfermedades… nos ponen en situaciones de ese tipo en los que la soledad puede ser la “muralla” que nos ayude a pervivir, a reconstruirnos, a encontrar nuestra razón de ser, nuestro motor para continuar o aguantar y en ello estamos.

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