martes, 9 de junio de 2020

HABLAR CON UNO MISMO


Ni es fácil ni agradable eso de hablar con uno mismo y menos cuando hay que hacerlo durante un larguísimo período.

Pero creo que fue Oscar WILDE el que decía que no hay que dejar de hacerlo y, a menos en eso, le haré caso: No voy a dejar de hablar conmigo mismo aunque a veces ni me escuche.

No deja de tener su punto de gusto eso de escucharse a uno mismo. Incluso, si lo sabes dirigir, puede convertirse en un placer (corto, difuso, vaporoso… pero placer).



Esas conversaciones, largas, porque el tiempo se alarga y las oportunidades de otras conversaciones se acortan, hacen que mucha veces, si nos preguntasen, no sabríamos responder cuál es el tema y otras ni nos entendemos, a fuerza de confluir variables en nuestra mente

Nada me importa de todo eso. Necesito seguir hablando conmigo e intentar decirme lo que la vida ya no me puede decir. 

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