¿SERÁN LOS AÑOS?
Un amigo me manda una frase para la reflexión. Dice así:
“No sé si serán los años, pero he bajado el volumen de lo que escucho y he subido el de lo que siento.
Me estremece un atardecer, un buen café, una grata compañía, una palabra amable…
No sé si serán los años, los daños o es que quizá comienzo (por ambas cosas) a ver la vida como es”
Y esa frase me ha llevado a otra de esas que uno guarda cuando deambula por las redes:
“La grandeza del ser humano, su verdadera riquezas, no está en lo que ve, sino en lo que lleva en su corazón. La sandez de las personas no está en no salir del puesto que cada una ocupa en la sociedad, ni en el papel que desempeña, ni el el éxito social. Todo eso le puede ser retirado (y así suele ocurrir) de un día para otro. Todo eso puede desaparecer en un instante.
La grandeza del ser humano está en lo que queda una vez extinguido lo que le confería brillo exterior. ¿Qué le queda?: SUS RECURSOS ÍNTIMOS Y NADA MÁS.”
Estoy de acuerdo con ambos planteamiento, aunque uno sea consecuencia del otro realmente y lo estoy porque así lo vivo.
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