EL TIEMPO Y LAS PRIORIDADES
He dejado escrito más de una vez que si alguien quiere, tiene tiempo y si insiste en no tenerlo es que ha optado por otras prioridades (entre las que no quepo yo) que le interesan más. Vamos, que quien dice eso del tiempo, me miente.
Estos días he tenido la sorpresa de un viejo amigo que ha dado vueltas hasta conectar conmigo. Los cambios de teléfono y de direcciones en los contactos de internet nos habían hecho perdernos en el espacio. Ambos estamos en condiciones parecidas, agravadas en su caso por su situación familiar, pero su conexión pretendía animarme.
Eso es un amigo. Relega su dolor para aliviar el tuyo. Y eso es una ayuda: me valora personalmente y me ayuda a mantener una autoestima fuerte y me ofrece (estando peor que yo) tiempo y atención, lo cual es impagable.
Si es de bien nacidos ser agradecidos, nunca podré agradecer bastante su conexión y me faltará tiempo para agradecer su prioridad.
Y es que, mientras la vida pasa, se nos va poniendo más difícil conectar con los demás o que los demás sigan teniendo interés por nosotros. Es como si de golpe nos volviéramos transparentes.
Digan lo que digan (excusas hay para todo) la atención no se debería rogar a nadie. Creo que todos somos conscientes que el paso de los años nos hace diferentes y cambiamos la valoración de las personas, las priorizaciones, el valor que damos a otras personas… Por ello abrimos más ventanas al mundo (o las cerramos a cal y canto, pues de todo hay) y ese hecho hace duro conectar con personas que no te muestran la mínima relación de afecto y comprensión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario