sábado, 12 de enero de 2019

HAY QUE DECIR LO QUE SE PIENSA (Y PENSAR LO QUE SE DICE)

HAY QUE DECIR LO QUE SE PIENSA (Y PENSAR LO QUE SE DICE)

Siempre he creído que expresar lo que realmente se piensa sobre un tema o situación, ofrece grandes beneficios para tu autoestima y relaciones personales, sobre todo si se piensa lo que se dice.

En algún lugar de las redes encontré una frase que quiero resaltar: Me cae bien la gente que habla TRES IDIOMAS: DE FRENTE, DIRECTO Y SINCERAMENTE. y con ellas quiero comenzar esta entrada

Es cierto que a la hora de decir lo que piensas hay que establecer ciertas cautelas (ahora se dice “líneas rojas”) porque la libertad de uno  acaba donde empieza la del prójimo y no hace falta herir para expresar nuestra opinión.


Ahora bien, algo que nunca debemos perder de vista en nuestras brújulas emocionales es que decir siempre la verdad sobre nuestros pensamientos, juicios y opiniones tiene un límite: el del respeto personal, la consideración y la empatía.

Decir la verdad a veces puede traer sufrimiento, lo sabemos, pero si ese dolor momentáneo ayuda a que la persona que tenemos en frente crezca y asuma una perspectiva con la cual madurar y mejorar la convivencia, habremos hecho algo positivo.

Según la publicación de referencia, estos serían algunos de los beneficios de decir lo que se piensa (pensando lo que se dice)
  • Si dices lo que piensas duermes mejor por la noche
  • Mejora tu autoestima
  • Fomentas el respeto
  • Eres una persona empática
  • Ves los conflictos como oportunidades
A diferencia de otras personas, quienes saben decir lo que piensan, la mayoría de las veces buscan soluciones y oportunidades a los grandes conflictos.

Su seguridad las hace llevar por buen camino cualquier problema que se les presente, salir fortalecidas y aprender de lo ocurrido.


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