Se ha creado un ambiente endiablado con las denominadas palabras sexistas, despreciando las reglas gramaticales, las recomendaciones de la RAE (Real Academia Española) y el sentido común.
El tema me tiene enfadado, porque choca con la cultura y va a acabar haciéndonos aún más tontos, porque eso de ser más “progre” (que ya me dirán cómo se hace) solo por acumular palabras por culpa de vocales (a y o) o sustituir ambas o por signos (@) o por otra vocal (e), incluso en los casos más absurdos, es para volver loco al diccionario.
Veamos. ¿Uno es más inclusivo por decir trabajadoras y trabajadores o trabajador@s y olvidar que hay sordos y ciegos por ejemplo). Otro ejemplo: leí no hace tanto una entrada en una red social el siguiente texto: “Qué lástimE que existEn personEs que les ofende el lenguaje inclusivE.. que penE más grandE” No me digan que no queda ridícula la cosa. (las letras mayúsculas son mías)
Ese lenguaje es de “progres” de salón. De incultos y de tontos del culo. LAS LETRAS NO SON SEXISTAS, LA GENTE ES LA SEXISTA.
Y no quiero meterme con la sufijos, que eso es de condena permanente sin revisión. Ejemplo: El sufijo ENTE viene del verbo ser (sin género), según lo cual no puede ni debe decirte presidente y presidenta, sino EL PRESIDENTE Y LA PRESIDENTE. Estos días se habla de no sé qué cuestión de los hogares MONOPARENTALES y algunas voces se han tirado a la yugular. ¿No saben que, en su origen, tiene que ver con el parto? ¿decirlo así es pecar contra el sexismo?. REITERO: LAS LETRAS NO SON SEXISTAS, EN TODO CASO LO SOMOS NOSOTROS.
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