lunes, 9 de marzo de 2020

CUERDA

Pasear una tarde por las calles de la ciudad, entre la marea humana que decrece a medida que te alejas del centro, y descubrir, al doblar una esquina, una cuerda que pende a medio metro de tu cabeza desde algún punto perdido allá en las alturas, en las nubes o en el espacio entre dos estrellas.

Si saltas un poco, apenas un palmo desde el suelo, rozas sus hebras finas y percibes su leve penduleo juguetón hasta volver a la severa verticalidad originaria. La mayoría de los peatones aceleran el paso al llegar hasta este cabo flotante de cuerda. Otros pocos la miran durante un microinstante y siguen su camino. Parece que algunos te escrutan con cierta conmiseración, o que observan la cuerda con nostalgia de algo imposible, o que cabecean a punto de lágrimas, o que sonríen burlones. Pero quizá nada de esto ocurre.


Podrías saltar con ímpetu y amarrar fácilmente esa cuerda entre tus dedos. Vista así, colgante desde una cúpula celeste con tendencia a la oxidación que cabría considerar de altura infinita, pudiera ser el tirador cósmico de algún ingenio mecánico abstruso. Fantaseas entonces con tirar de él y promover el gran apagón de la lámpara universal, o un cambio de decorado en la tramoya del mundo, o el sonido de la campana que anuncia el apocalipsis, o la llamada a tu servicio del gran mayordomo que traiga en bandeja dorada un racimo de planetas hasta tus manos.

Y en fin, amagas el salto, temes dañarte un tobillo, te demoras sopesando posibilidades, dejas a tu cerebro planificar una lista de la compra casi innecesaria, el grito de un niño en el parque te despista. Finalmente (siempre, siempre un final), un último vistazo a la cuerda, al tirador, pura nostalgia tú también.

Y tu vista, ya, de nuevo al frente, o abrocharte un botón del abrigo, claro, ensayar quizá la próxima mirada coñona o melancólica o desolada a ese otro paseante que se aproxima inocente a ti y que ya alza la vista sorprendido, antes de encarar tú la calle abajo, con más prisa que nunca.



El texto pertenece a: Miguel A. Zapata: Narración breve

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