Nunca tendré palabras suficientes para agradecer a las personas que se han quedado conmigo cuando se me cayó la vida y se me rompieron todos los nexos con el mundo.
Pienso con más fuerza que nunca que no hay mayor prueba de afecto que es de quedarse al lado de uno cuando todo alrededor se va, se rompe o se disuelve ante la situación personal.
Para esas personas: mi reconocimiento, mi agradecimiento, mi deuda y mi admiración… todo.
Cuando la vida deja de tener primaveras, experiencias, esperanzas… solo las manos tendidas y las ventanas abiertas aportan el aire necesario para seguir
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