martes, 31 de marzo de 2020

ALMA MÍA

Alma mía, dónde estas hoy,
que tanto necesito de ti.
Has volado lejos a un mundo que fue
....y se fue...¡Alma mía , por qué!

Busco en mi oscuridad aquel susurro
que siempre sentí.... de ti para mí,

Amé contigo, lloramos juntos,
bailó el mundo con nosotros,
girando...girando...
Pasaba la vida... ¿Qué pasó?

Hoy quisiera que saliera mi Sol
y el calor de un beso... tu beso.

Alma amiga,
cómplice de tantas soledades,
de aquellos silencios rotos.
....¿Volverás?




Anoté en su día este poema y, por razones que no sé explicar, no le puse autoría y ahora no soy capaz de encontrarla. Pido perdón por ello.

lunes, 30 de marzo de 2020

LA RANA SORDA

“Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo.

Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron lo hondo que era el hoyo, dijeron a las dos ranas que estaban en el fondo, que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras ranas seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles. Finalmente, una de las ranas PUSO LA ATENCIÓN a lo que las demás decían y se rindió. Se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.



La multitud de ranas les gritaban que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltaba cada vez con más fuerza hasta que finalmente saltó fuera del hoyo. Cuando salió, las otras ranas le preguntaron:

– ¿No escuchaste lo que te decíamos?

La rana les explicó que era sorda. Ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más para salir de allí.”

Mandado por una amiga a la que agradezco todos sus esfuerzos por animarme.

domingo, 29 de marzo de 2020

COMIENZO Y FINAL

(En palabras de José Saramago)

Entre los muchos equilibrios que nos obliga a vivir el sistema dual de pensamiento, el binomio comienzo/final puede parecer uno de los más difíciles de experimentar. Para algunos puede ser sencillo atestiguar, al hilo del tiempo, todo aquello que comienza y que termina: los días, los proyectos que emprendemos, el cuerpo que habitamos. Todo, en cierta forma, parece inscrito en ese ciclo que en la inevitabilidad del fin se nos presenta como un destino inclemente.

¿Qué pasaría, sin embargo, si por un momento pudiéramos pensar fuera de la dualidad? Es decir, experimentar nuestra existencia fuera de esos conceptos. En la vida, es cierto, casi todo tiene un comienzo y un fin, pero si reflexionamos al respecto, nos daremos cuenta que ninguno de los dos es definitivo, que todo suele comenzar siempre de nuevo y que aquello que termina no necesariamente se acaba, sino que puede retomarse, renacer, cobrar nueva vida y nuevas formas.

A propósito de esta posibilidad, compartimos ahora un párrafo de José Saramago que refuta con elocuencia la supuesta oposición entre comienzo y final, sobre todo en relación con la existencia.



El viajero vuelve al camino

"No es verdad. El viaje no acaba nunca. Sólo los viajeros acaban. E incluso éstos pueden prolongarse en memoria, en recuerdo, en relatos. Cuando el viajero se sentó en la arena de la playa y dijo: ”No hay nada más que ver”, sabía que no era así. El fin de un viaje es sólo el inicio de otro. Hay que ver lo que no se ha visto, ver otra vez lo que ya se vio, ver en primavera lo que se había visto en verano, ver de día lo que se vio de noche, con el sol lo que antes se vio bajo la lluvia, ver la siembra verdeante, el fruto maduro, la piedra que ha cambiado de lugar, la sombra que aquí no estaba.

Hay que volver a los pasos ya dados, para repetirlos y para trazar caminos nuevos a su lado. Hay que comenzar de nuevo el viaje. Siempre. El viajero vuelve al camino."

El fragmento puede encontrarse en Viaje a Portugal, el libro que Saramago escribió tras recorrer su propio país como si no lo conociera, un gesto que, al igual que el texto anterior, nos da una valiosa lección.

Porque, finalmente, también es posible vivir la vida así: como si no la conociéramos, como si no acabara nunca, como si estuviera empezando en este instante”.

sábado, 28 de marzo de 2020

EL INSTANTE: LOS SUEÑOS

LOS SUEÑOS

Lo fueron todo
y ya los ves
ahora,
abatidos por los días
iguales,
como pasquines en los charcos.

Vivir
Se reduce
a esquivarlos

(K. IRIBARREM)


Mis condiciones me han llevado a hablar muchas veces de vivir el presente, alimentado, eso sí, de los recuerdos, como una forma de reflexionar sobre el pasado para conocer mejor el camino recorrido y olvidando lo que pueda haber en el futuro. Entiendo que es el INSTANTE  el que importa. No hay proyectos, pues, ni hipótesis sobre nuevos caminos, sobre otras alternativas, pues ninguna de las dos cosas nos sirven.

No es fácil hablar del presente como “acto”. Yo no lo he podido hacer  al menos y mira que tengo entradas con el tema. Son necesarias visiones y palabras y a ellas acudiremos en otro momento.

viernes, 27 de marzo de 2020

EL POBRE SER HUMANO

Muchas veces hablamos del ser humano como entre individual y en él centramos nuestros análisis. No está mal que sea así, pues cada uno es único, irrepetible y lleva su propio discurrir por la vida, por esa vida que lo va modelando.

Lo hacemos tanto que a veces olvidamos que ese ser humano no es nadie sin los demás, que necesita el apoyo de otros para dar sentido a ese “discurrir” vital que mencionábamos y también proyectarse en los demás.

Quizá eso sea así por nuestra inseguridad o porque buscamos algo que queremos encontrar y necesitamos saber si los demás han conseguido el plano de eso que podemos llamar “mejor lugar”.



Nos puede parecer un poco triste que estemos en la vida, tomemos decisiones, existamos… y al final solo seamos depositarios de nuestras dudas y que busquemos la seguridad en los demás, en los otros.

Gozamos de la libertad en toda su extensión, pero… dudamos de su uso o de lo que podemos conseguir con ella. ¿Acaso no encontramos las respuestas que necesitamos? o ¿acaso necesito todas las respuestas antes de caminar en pos de algo porque lo que prima en mi es el egoísmo?

Dudamos tanto que nos privamos de VIVIR, de DISFRUTAR y quizá también de distinguir entre realidad y deseo.

jueves, 26 de marzo de 2020

VOLVER

“Mi recuerdo eran imágenes,
en el instante, de ti:
esa expresión y un matiz
de los ojos, algo suave

en la inflexión de tu voz,
y tus bostezos furtivos
de lebrel que ha maldormido
la noche en mi habitación.

Volver, pasados los años,
hacia la felicidad
-para verse y recordar
que yo también he cambiado.“ 



Jaime Gil de Biedma

Tomado de Facebook, aportado por Rocío de Santiago

miércoles, 25 de marzo de 2020

VIVIR AL DÍA

A veces no queda otra que vivir el hoy, vivir al día, procurando que no nos agobie el peso del pasado o la ansiedad por el mañana.
Para ello hay que realizar algunos cambios, adoptar algunas nuevas conductas, por ejemplo que te deje de importar si te escriben o no, si se preocupan por ti o no, si les importa saber cómo estás. A veces hay que tragar, incluso que entre mejor te has comportado con algunas personas, peor se portan contigo. Quizá porque, muchas veces, la mayor distancia entre las personas se asienta en malentendidos y no nos preocupamos por deshacerlos, porque las explicaciones suelen provocar efectos no deseados y adoptamos por no hacerlas, por no darlas.


No es fácil cambiar la cadena del tiempo, la amargura de la nueva situación, la desesperación que emerge de ella, la ansiedad o la impotencia que produce la traición y la miseria de la vida.
Hay que dejar de exigir nada al mundo o a las personas, a la vez que dejar de buscar nada, esperar nada… Y dejar todas las expectativas duele.

Pero no podemos volver atrás tampoco ni empezar de nuevo, como no podemos luchar por crear un nuevo final cuando le tenemos prescrito. Pero siempre podemos estar EN PAZ.

martes, 24 de marzo de 2020

QUEDARSE EN CASA

"Y la gente se quedó en casa. Y leyó libros, y escuchó, y descansó, e hizo ejercicio, y arte, y jugó y aprendió nuevas formas de ser, y se estuvo quieta. Y escuchó más profundamente. Algunos meditaban, algunos rezaban, algunos bailaban. Algunos se encontraron con sus sombras. Y comenzaron a pensar de manera diferente.

Y sanaron. Y, en ausencia de personas que vivían en la ignorancia, peligrosas, sin sentido y sin corazón, la tierra comenzó a sanar.

Y cuando pasó el peligro, y la gente se unió de nuevo, lloraron sus pérdidas, tomaron nuevas decisiones, soñaron con nuevas imágenes y crearon nuevas formas de vivir y sanar la tierra por completo, ya que habían sido curadas."





Un gran amigo ha colgado esto en FaceBook. Creo que merece la pena repicarlo. Es de Kitty O’Meara, mostrado por: Coromoto Berroeta.

lunes, 23 de marzo de 2020

EL ESPÍRITU NUEVO

En un barrio mal afamado de Jafa, cierto discípulo anónimo de Jesús disputaba con las cortesanas.

—La Magdalena se ha enamorado del rabí —dijo una.
—Su amor es divino —replicó el hombre.
—¿Divino?… ¿Me negarás que adora sus cabellos blondos, sus ojos profundos, su sangre real, su saber misterioso, su dominio sobre las gentes; su belleza, en fin?
—No cabe duda; pero lo ama sin esperanza, y por esto es divino su amor.




Microrrelato de Leopoldo Lugones FUENTE

domingo, 22 de marzo de 2020

EL LLANTO

EL LLANTO

He cerrado mi balcón
porque no quiero oír el llanto,
pero detrás de los grises muros
no se oye otra cosa que el llanto

Hay muy pocos ángeles que canten,
hay muy pocos perros que ladren,
mis violines caben en la palma de mi mano.

Pero el llanto es un perro inmenso,
el llanto en un ángel inmenso,
le llanto es un violín inmerso,
las lágrimas amordazan al viento,
no se oye otra cosa que el llanto.



Federico GARCÍA LORCA




sábado, 21 de marzo de 2020

EL DÍA A DÍA

El día a día se convierte, las más de la veces, en uno solo, repetido eso sí, muchas veces, pero sin que sepamos distinguir uno de otro. Eso genera una zona de confort que hace más soportable el caminar por el tiempo, por más que haya que aguantar una cierta sensación de vacío, por cuanto no se pueden aportar experiencias nuevas. 
Yo lo veo así, como lo describe León Felipe:


No es lo que me trae cansado 
este camino de ahora. 
No cansa 
una vuelta sola. 
Cansa el estar todo un día, 
hora tras hora, 
y día tras día un año 
y año tras año una vida 
dando vueltas a la noria.


León Felipe, POEMAS MENORES I

viernes, 20 de marzo de 2020

ACEPTAR

Él está ahí, sentado. Le puedes ver.

Con el paso del tiempo ha cambiado mucho, no solamente él, sino también la gente que  le rodeaba.

Se distanció de sus amigos y sus amigos de él. Y todavía no entiende qué fue lo que hizo mal, aunque ha aprendido, poco a poco, a estar solo, a no escuchar  un “¿como estás?, a no recibir muchos abrazos, a no escuchar muchos “te quiero”.

Así que, solo, ha ido adaptándose a no depender de nadie afectivamente, aunque, en la rutina diaria sea cada día más “dependiente”.



Cada vez que recuerda los viejos tiempos, se le llenan los ojos de lágrimas, de la misma manera que cuando necesita a alguien en quien confiar, porque no encuentra a casi nadie.

Pasa la vida sentado ante la computadora.


Ya no espera que que le digan que todo va a estar bien, entre otras cosas porque ha asumido que no será así. Tampoco espera que le digan que todo tiene solución, pero aún confía y lucha, quizá porque aprendió que siempre después de una tormenta vuelve a salir el sol o porque, sencillamente, es lo que puede hacer para aceptarse a sí mismo.

jueves, 19 de marzo de 2020

HOY ES EL DÍA MÁS HERMOSO

“Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobre todo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia donde quieran que estén”




Pasaje: D. Quijote de la Mancha. Miguel de Cervantes. 

miércoles, 18 de marzo de 2020

OIR A UN TRISTE



Yo sé que ver u oír a un triste enfada
cuando se viene y va de la alegría
como un mar meridiano a una bahía,
a una región esquiva y desolada.

Lo que he sufrido y nada todo es nada
para lo que me queda todavía,
que sufrir el rigor de esta agonía
de andar de este cuchillo a aquella espada.

Me callaré, me apartaré si puedo
con mi constante pena instante, plena,
adonde ni has de oírme ni de verte.

Me voy, me voy, me voy, pero me quedo,
pero me voy, desierto y sin arena:
adiós, amor, adiós hasta la muerte.


MIGUEL HERNÁNDEZ

martes, 17 de marzo de 2020

INGENUIDAD

Hace cinco años que escribía esto, pero hoy quiero recordarlo, más que nada para hacer notar que mi pensamiento sigue en las mismas.

“En mi ingenuidad, que aún me dura a pesar del tiempo vivido y de las vicisitudes sufridas o gozadas Sigo pensando que la convivencia entre las personas necesitan normas y que nadie, al menos en una democracia (sea o no la mejor) nadie puede estar ni por encima ni al margen de esas normas.

Hasta tal punto creo en eso que no me cabe en la cabeza que la política pueda estar al margen de las normas, ni tampoco la interpretación de la historia, ni mucho menos los derechos que tanta sangre ha costado obtener.


Vamos, que no se puede actuar fuera del marco de las normas de convivencia que hemos establecido y mucho menos que unos pocos quieran arrogarse el privilegio de retorcerlas en beneficio de esos pocos.

Y aquí llevamos 40 años erosionando la cultura, la historia, la convivencia, las normas…con el fin de que unos pocos puedan tener algo afectivo (que no lógico) con lo que identificarse, privando  a todos los demás de ese derecho. Y eso se hace por un grupo que está encabezado por el representante ordinario del Estado en Cataluña, según el artículo 152-1 párrafo 1º de la Constitución Española, que eso es lo que es el PRESIDENTE de la Generalitat”.


He de dejar a un lado la ingenuidad.

lunes, 16 de marzo de 2020

PARA LA LIBERTAD

Para la libertad sangro, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos, 
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la liberad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo
y me desprendo a golpes de mis piés, de mis brazos, 
de mi casa, de todo.


Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada,
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan 
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo vida.


Miguel HERNÁNDEZ.

domingo, 15 de marzo de 2020

MI POSICIÓN

Parodiando a Ángel Fierro:  “A estas alturas de mi vida mantengo una frontal oposición a que ninguna autoridad decida por mí qué debo pensar, qué debo decir, qué debo callar. En consecuencia estoy en franca rebeldía contra dogmatismos y adhesiones inquebrantables, ejerzo mi derecho a disentir, sea o no de quienes forjan la ortodoxia.”

Estoy en franca y total comunión con lo dicho por Fierro, y también escribo, como él decía que se hace , “para liberarme de cuantos tienen monopolizada la verdad en su propio provecho y porque conviene reivindicar la diferencia entre ser inocente y ser ingenuo”.


Creo honestamente que hay tanta dignidad en labrar el campo como en escribir un poema, entre otras cosas porque la dignidad reside en el corazón y en la actitud del hombre, no en la descripción de su trabajo.


No sé si queda claro.

sábado, 14 de marzo de 2020

BUSCANDO LA ÉTICA

Cada persona va construyéndose casi desde el nacimiento (aunque hace unos día un amigo me decía que desde que nacen los padres y su razonamiento era bueno) y no acaba NUNCA de estar construyendo su carácter, su forma de ser, al menos si dispone de liberad (interior y exterior) y de conciencia (que es algo que no se da, sino que se adquiere),

Es normal, pues, que a partir del nacimiento, nos afecte todo lo que CONVIVA a nuestro lado, pues TODO nos va ayudar a “erosionar”, de un modo u otro, el modo con el que nos vamos a relacionar con la vida, nos va  dar la concepción que tendremos de esa vida, del trabajo y del ser humano, aparte del concepto que tendremos de nosotros mismos.

En los libros, todo eso que nos afecta, se denomina: agentes socializadores, aunque tanto da cómo se llamen 

El primer agente es la FAMILIA, como fácilmente puede deducirse. Ella será la que nos dará el primer saber ÉTICO, lo que se llama socialización primaria.



No sé como se puede llamar o si se puede incluir en esta socialización primaria los familiares más directos. Yo creo que sí, siempre que tengan contacto con el nuevo ser. Su influencia será menor o más impersonal, pero tendrá su importancia.

Lo que se aprende en ese círculo (simple o ampliado) será el eje que articulará nuestro sentido de la ética, la moral, los valores… del resto de nuestra vida, por más cambios que tengan las manifestaciones que venga después.

Si ese contexto es positivo, todo irá bien, si no lo es, pues el nuevo ser humano lo tendrá difícil para construirse como ser moral y ético. Pero luego vienen otros círculos de especial incidencia: LA ESCUELA, LOS PROFESORES  Y LOS IGUALES, que inculcan formas de hacer o ESTILOS DE VIDA, que pueden o no estar en consonancia con las percepciones anteriores.

Más tarde vendrá el mundo del trabajo, con sus normas, su compañeros, selección de amigos, que completará esa REALIDAD MULTIFORME que denominamos ÉTICA.


LA CONCORDANCIA ENTRE LOS CÍRCULOS ES MÁS FÁCIL SI EXISTE EN LA SOCIEDAD DE QUE SE TRATE UN MUNDO DE VALORES ASUMIDO Y CONSOLIDADO, en caso contrario…. la sociedad se convertirá en una suma de “tribus” a las que solo les importará ampliar su zona de poder.

viernes, 13 de marzo de 2020

A VECES

A veces sentimos la sensación que es la casualidad la que nos arrastra por el tiempo, la que nos obliga a hacer determinadas cosas o la que provoca que nos lleguen otras. Eso debe ser lo que es conocido como DESTINO, eso que algunos creen que es lo que nos lleva a que ocurra algo hagamos lo que hagamos, porque nuestro devenir, nuestro discurrir por la vida nos marca un camino que no podemos abandonar.

Según esa postura parece que nada queda al azar o en manos de nuestra libertad de elección. Incluso el gran Miguel de Cervantes llegó a decir al respecto que: “lo que el cielo tiene ordenado que suceda, no hay diligencia ni sabiduría humana que lo pueda prevenir

Y una cosa es que nos sucedan cosas sorprendentes o que tomemos decisiones sin pensar muy bien la razón de hacerlo y que nos lleven “casualmente” a algo deseado, previsto, soñado, temido, o lo que sea. Y otra cosa diferente es confundir esa CASUALIDAD con la CAUSALIDAD.



Efectivamente puede existir la casualidad y deberíamos asumirla con mente abierta, pero eso no debe suponer, creemos nosotros, que exista un destino escrito de antemano. En medio late el conocido como “libre albedrío”, que es lo que condiciona nuestro devenir en base a nuestra propia toma de decisiones.

De ahí que William Shakespeare, con mejor criterio, nos dejara escrito que “El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.”


Y es que si asumiéramos el destino, dejaríamos a un lado la RESPONSABILIDAD (nadie podría ser responsable de aquello que no decide) y eso… nos convertiría es simples marionetas.

jueves, 12 de marzo de 2020

EL AISLAMIENTO SOCIAL

Algo que caracteriza a nuestra sociedad es el aislamiento en el que se vive y al que se condena a los individuos. No es de extrañar que la mayor parte de las personas de mediana edad (25-45 años) vivan solas y que la mayoría de nuestros mayores o vivan solos o vivan su soledad en residencias “ad hoc”.
A veces es una cuestión de actitud , otras de egoísmo, otras de falta de compromiso, pero el caso es que el aislamiento es algo que se extiende a gran velocidad, tanta que ya está arraigado en nuestro contexto.
Deberíamos saber que ese aislamiento tiene consecuencias físicas, mentales y emocionales, pero, aún así, el 40% de esas franjas de edad que hemos anotado, viven aisladas.
La soledad (de la que ya hemos hablado en este blog) ayuda a que los niveles cognitivos disminuyan y que los problemas se conviertan en irresolubles, por simples que sean, porque la soledad es también un factor de riesgo y no solo para los adultos, también para los más jóvenes.

La soledad parece algo buscado, pero en realidad representa un estigma, porque asumirla casi es tanto como decir que hemos fallado en lo  más fundamental. Aún así, las personas aisladas no carecen de actitudes para la conexión con los demás, poseen habilidades sociales (a unas edades más que a otras, como es lógico y unas personas más que otras), el problema es que la persistencia en ese aislamiento hace a las personas a percibir a los demás como problema.

La conclusión es que la conexión humana está en el centro del bienestar humano. Depende de todos mantener los vínculos ahí donde se están desdibujando, y crear nuevos lazos  donde nunca han existido.

miércoles, 11 de marzo de 2020

EL AMOR EN "EL PRINCIPITO"

Te amo -dijo el principito…- Yo también te quiero -dijo la rosa- 

-No es lo mismo -respondió él… Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas nada, no con posesión egos, sí estar, en silenciosa compañía.



Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos. Dar amor no agota el amor, por lo contrario, lo aumenta.

La manera de devolver tanto amor es abrir el corazón y dejarse amar. 

-Ya te entendí-, dijo la la rosa-


No lo entiendas, VÍVELO.

martes, 10 de marzo de 2020

CANTOS DE SIRENA

Sirena,
de ojazos verde esmeralda,
labios de rubí y cuerpo de marfil,
Una vez, hace ya tiempo...
Volé, y te busqué
en las inmensidades del Cielo,
entre enormes nebulosas, galaxias, 
cuásares y agujeros negros,
Andrómeda, Via Láctea, Carina...;
entre miríadas de estrellas,
me saludaron Isis, Maia, Altair,
Atenea, Electra, Venus, las Pléyades,
y muchas, muchísimas más;
quédate con nosotras, me dijeron, pero no supieron darme noticias de ti.
Nadé y te busqué
en las profundidades de mares y océanos,
en lagos, lagunas, charcas, ríos y fuentes,
en simas y oquedades profundas,
en aguas plácidas y tormentosas, 
dulces y saladas, claras y emponzoñadas,
pregunté por ti a millones de peces y otros seres,
y ninguna luz de ti.
Caminé y te busqué
en infinitas llanuras, praderas, altiplanos,
páramos, estepas, planicies y mesetas,
donde el horizonte se pierde,
en inacabables y gélidos hielos,
donde el Sol no se pone;


en selvas, bosques, arbustos y matorrales;
en valles, barrancos y despeñaderos;
en montañas, collados, cerros y colinas;
grité desde las más altas cumbres,
y sólo un eco triste me respondió,
de tu anhelo, solo oscuridad.
Todo lo que quería, eras tú.
Buscándote, me perdí, desfallecí,
y, agotado, sin poesía me quedé.
Ya, sin aliento, dormida,
en mi corazón te encontré.

JESÚS ARAGÓN. 14 febrero 2020-

Gran amigo que vive entre tres mundos. Dos terrenales y uno (amplio) de afectos, regidos y vigilados por quien él sabe y que es a quien se dirige este poema del día del Amor y de la Amistad.

lunes, 9 de marzo de 2020

CUERDA

Pasear una tarde por las calles de la ciudad, entre la marea humana que decrece a medida que te alejas del centro, y descubrir, al doblar una esquina, una cuerda que pende a medio metro de tu cabeza desde algún punto perdido allá en las alturas, en las nubes o en el espacio entre dos estrellas.

Si saltas un poco, apenas un palmo desde el suelo, rozas sus hebras finas y percibes su leve penduleo juguetón hasta volver a la severa verticalidad originaria. La mayoría de los peatones aceleran el paso al llegar hasta este cabo flotante de cuerda. Otros pocos la miran durante un microinstante y siguen su camino. Parece que algunos te escrutan con cierta conmiseración, o que observan la cuerda con nostalgia de algo imposible, o que cabecean a punto de lágrimas, o que sonríen burlones. Pero quizá nada de esto ocurre.


Podrías saltar con ímpetu y amarrar fácilmente esa cuerda entre tus dedos. Vista así, colgante desde una cúpula celeste con tendencia a la oxidación que cabría considerar de altura infinita, pudiera ser el tirador cósmico de algún ingenio mecánico abstruso. Fantaseas entonces con tirar de él y promover el gran apagón de la lámpara universal, o un cambio de decorado en la tramoya del mundo, o el sonido de la campana que anuncia el apocalipsis, o la llamada a tu servicio del gran mayordomo que traiga en bandeja dorada un racimo de planetas hasta tus manos.

Y en fin, amagas el salto, temes dañarte un tobillo, te demoras sopesando posibilidades, dejas a tu cerebro planificar una lista de la compra casi innecesaria, el grito de un niño en el parque te despista. Finalmente (siempre, siempre un final), un último vistazo a la cuerda, al tirador, pura nostalgia tú también.

Y tu vista, ya, de nuevo al frente, o abrocharte un botón del abrigo, claro, ensayar quizá la próxima mirada coñona o melancólica o desolada a ese otro paseante que se aproxima inocente a ti y que ya alza la vista sorprendido, antes de encarar tú la calle abajo, con más prisa que nunca.



El texto pertenece a: Miguel A. Zapata: Narración breve