Ha caído de nuevo en mis manos una obra que dejé arrinconada en su día por culpa de tanto eufemismo que se me amontonaba. Hoy la he vuelto a tomar. Es una obra que salió al mercado en 2003, escrita por Z. BAUMAN, bajo el título completo de: Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos, y editada por Espa-EBook.
En la “entradiila” dice: “Amor líquido continúa el certero análisis acerca de la sociedad en el mundo globalizado y los cambios radicales que impone la condición humana. En esta ocasión, se concentra en el amor. El miedo a establecer relaciones duraderas, más allá de las meras conexiones. Los lazos de la solidaridad, que parecen depender de los beneficios que generan.
El amor al prójimo, uno de los fundamentos de la vida civilizada y de la moral, distorsionado hasta el temor a los extraños.
Los derechos humanos de los extranjeros y los diversos proyectos para “deshumanizar” a los refugiados, a los marginados, a los pobres”
Mientras, yo sigo pensando en la importancia de la comunicación en las relaciones, que el deseo y la felicidad no son nunca, al menos por sí solos, elementos de consolidación de las relaciones, que el amor no es rendirse ante otra persona, … pero, en eso, como en tantas cosas, soy una persona equivocada.
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