lunes, 30 de septiembre de 2019

OTROS ACOSOS

Son tan graves y tan repetidos algunos tipos de acoso y de violencia que pocas veces se acaban de enumerar y menos aún de tratar. Es como si nos diera vergüenza hablar de ellos ante la profunda gravedad de los acosos físicos, sexuales, psíquicos,…

Pero la sociedad está llena de acosos. Es como si en verdad todos lucháramos contra todos y todos fuéramos enemigos de todos los demás. Y eso ocurre en cada aspecto de la vida.

Se da acoso siempre que hay intimidación, sea del tipo que sea y también o como consecuencia, cuando va unida a la HUMILLACION, como un mecanismo de prevalecer sobre la otra persona.

Hay muchas variables que están incidiendo en ello, quizá la sociedad de la competencia, en la que parece que de verdad somos lobos para los demás, quizá que el éxito parece ser el único valor, independientemente del camino para lograrlo, quizá la cultura del elitismo, del “mérito” o quizá ese afán de comparar a todos y todo contra todos y todo: centros educativos frente a otros centros, rankings de publicaciones, tipos de revistas en los que se publica, velocidad a la que se conduce, saltarse barreras cada vez más  altas…, las calificaciones escolares, la altura, el peso o cualquier cosa que se le pueda ocurrir a cualquiera. El “más alto, más lejos, más rápidoha pasado de ser un lema olímpico a ser una regla para medir la vida de todos.

Pero ser eso, querer ser más de lo que sean los demás, no autoriza a nada, no dice nada, lo malo es que eso nadie se lo cree ni en los más sensibleros sermones. La superioridad, real o ficticia, no es nada, es humo y solo puede dar valor a los que pretenden esconderse en esa bruma.


Hemos de educar a asumir lo que somos, para evitar convertirnos en víctimas solo porque algunos quieran intimidar para que nadie vea que son MÁS VULNERABLES QUE NOSOTROS

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