TROLL O PROVOCADOR
Las tecnologías están propiciando la aparición de nuevas palabras a tal velocidad que no debe dar tiempo a ser traducidas, de tal modo que se usan tal y como aparecen la primera vez. Y ante uno de esos casos estamos.
No sé si mi traducción es buena. Seguro que otros tienen otras más ajustadas, pero admito todas las correcciones y propuestas, siempre que nos refiramos a lo mismo, a personas que aprovechan las redes sociales para liarla del modo que sea.
Han tenido y tienen un papel importante, porque “sesgan” el interés del público, hacen dudar de lo que leen o simplemente DESACREDITAN por completo a los que intervienen con las mejores intenciones y formación en las redes.
Ni que decir tiene que esos elementos son aprovechados por grupos de opinión justamente para eso, aunque las más de las veces los “provocadores” son de generación espontánea, entre otras cosas porque hay mucha gente que se debe aburrir y otros tantos cuya cultura no llega al nivel del suelo.
Hay, como puede suponerse, muchos tipos de “trolls” o provocadores, tantos casi como criterios adoptemos para clasificarlos. Si nos atenemos a su modo de reaccionar yo destacaría a los METICULOSOS, LOS GRACIOSILLOS, LOS AGRESIVOS Y LOS QUE intentando pasar por “expertos”, son solo INCONGRUENTES.
Si los clasificáramos por las razones de sus intervenciones en la red nos encontraríamos con provocadores que intentan HACER DAÑO a las personas (ejemplos hay a miles incluso entre las jerarquías sociales), los que quieren desvirtuar los temas que no les interesa o que les afectan, lo egocéntricos e incapaces, etc.
La solución a sus actuaciones no es fácil, pero creo que la mejor es: NO HAY MAYOR DESPRECIO QUE NO HACER APRECIO.
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