“Amor y Muerte, los dos protagonistas de esta historia que no tiene argumento ni desenlace, pero condensa la mayor parte del sonido y la furia de la vida, admiten esta clase de reflexión/escritura/lectura más que ningún otro tema.
Ivan Klima dice: “casi nada se parece tanto a la muerte como el amor realizado”. Cada aparición de cualquiera de los dos es única pero definitiva, irrepetible, inapelable e impostergable. Cada aparición debe sostenerse «por sí sola», y lo hace. Toda vez que aparecen nacen por primera vez, o renacen, saliendo de la nada, de la oscuridad del no-ser, sin pasado ni futuro. Cada una, cada vez, ” empieza desde el principio, dejando al desnudo lo superfluo de las tramas del pasado y la vanidad de cualquier trama del porvenir".
Sólo se puede entrar en el amor y en la muerte una única vez: menos aún que en el río de Heráclito. De hecho, son sus propios pies y cabeza, desdeñosos y negligentes con respecto a todo lo demás.
“La naturaleza del amor implica —tal como lo observó Lucano dos milenios atrás y lo repitió Francis Bacon muchos siglos más tarde— ser un rehén del destino.”
Pasaje de: Zygmunt Bauman. “Amor líquido”. Apple Books.
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