lunes, 6 de abril de 2020

CUANDO ALGUIEN SE ALEJA

Cuando alguien se aleja de uno por la razón que sea, supongo que lo mejor es dejarlo marchar, entre otras cosas porque el destino (entiéndase aquí como el final del camino), la compañía en el camino, no puede atarse a alguien que se aleja.

Para que las cosas fueran de otra manera posiblemente tendríamos que estar perdonando todo continuamente y los demás pueden acostumbrarse a lastimarnos, lo cual no favorece a ninguna de las dos partes. Aunque también puede ocurrir que no seamos buenos o lo intentemos con las personas equivocadas, con quien no lo merece, dadas nuestras necesidades, creencias o características.

Pero, aún así, no hay que dejar de tener esperanza, las cosas pueden cambiar en cualquier momento, pues las variables del contexto son veleidosas, cambiantes, …



Por eso quizá no sea bueno decir que se pierden amigos, sino que se van seleccionando y, del mismo modo que las personas más felices no son las que tienen las mejores cosas, sino aquellas que aprecian LO QUE TIENEN, seguro que es muy probable que te vuelvas a encontrar con gente que te hable de frente y asumiendo todas las consecuencias y puedas disfrutar de su presencia y compañía.

Eso nos puede costar seguir el camino como si no pasase nada, como si nadie más nos acompañara en ese caminar y como si nunca fuésemos a encontrar a nadie. Es duro, es cierto, pero para eso se puede usar, con tristeza y dolor, el fármaco del olvido

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