sábado, 19 de octubre de 2019

DECÍAMOS AYER

Decíamos ayer que hay cosas que duelen, sobre todo cuando la biología es la que manda en nuestra vida a través de un regalo “crónico e irreversible”, como es el caso.

Es cierto. Quizá sea que la sensibilidad aumenta o que la situación acobarda o que esa “cronicidad” sea más degradante de lo que uno piensa y quisiera.


Quizá por eso hay que mirarse en el espejo personal y decir a la imagen que se refleja en él que hay que mantenerse fuerte, que hay muchas batallas en las que luchar (y cada día más fuertes), que tenemos por delante demasiados obstáculos que superar, mucho que demostrar.

Y es que cada día estamos en el inicio. Cada día hay que ganar, para pasar el siguiente y que es la imagen del espejo y el que está frente a él los que deben enfrentarse al mundo y a esa enfermedad, que no nos va a abandonar.


Hay que decir al espejo que SE PUEDE HACER, por más que vayamos perdiendo autonomía y cada día seamos más dependientes. 

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