miércoles, 2 de octubre de 2019

CRÓNICA DE UNA MUERTE DENUNCIADA

El día en que la iban a matar, Clara Mendoza –inmigrante de larga duración– se personó en la comisaría de policía para denunciar su asesinato.

–Agente, mi marido acaba de amenazarme de muerte. Dice que me matará esta noche con el cuchillo de cortar el pescado, que ni siquiera tendrá el detalle de utilizar el de la carne.

–Lo siento mucho –repuso el agente de turno–, pero no podemos detener a un hombre por un delito que aún no ha cometido.


–Entonces, ¿qué hago? –preguntó la angustiada mujer.

–Denúncielo mañana, o pida ayuda a alguna institución solidaria con las mujeres maltratadas.

Al día siguiente, el fantasma de Clara Mendoza acudió a la comisaría.

–Agente, quiero denunciar que mi marido me mató la pasada noche asestándome veintisiete cuchilladas mientras pronunciaba en voz alta el alfabeto español.

–No se preocupe por nada, ¿tiene usted todos los papeles en regla?


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