Vale estar triste a veces, incluso estar rotos de vez en cuando.
Vale no ser siempre la persona alegre que todos quisieran ver.
Vale no querer hablar con nadie a ratos.
Vale dejar que el corazón llore hasta secarse.
Todo eso vale porque lo que de verdad vale es SER HUMANO.
Y todo eso DEBERÍA SER ACEPTADO por los demás en las personas cuya única perspectiva es dejarse llevar por la corriente de la vida, sin más posibilidad que la de esperar.
Sin embargo :
Hoy buscarás en vano
a tu dolor consuelo. Lleváronse tus hadas
el lino de tus sueños.
Está la fuente muda,
y está marchito el huerto.
Hoy sólo quedan lágrimas
para llorar. No hay que llorar, ¡silencio!
A. Machado
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