Un tal Ismael Mejía dejó escrito algo que, al día de hoy, considero importante y cierto y, por ello, quiero hacerlo llegar a las personas que me leen:
Hay una delgada línea entre perder el ORGULLO y perder la DIGNIDAD.
El ORGULLO lo pierdes cuando no quieres perder a alguien que quieres.
La DIGNIDAD la pierdes cuando decides dejar de quererte a tí mismo por querer a quien no te quiere.
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