miércoles, 31 de octubre de 2018

EL BUSCADOR, UN CUENTO QUE HAY QUE LEER

EL BUSCADOR, UN CUENTO QUE HAY QUE LEER

Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador. Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco es alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.

Un día nuestro Buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó Kammir a lo lejos, pero un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. Estaba rodeaba por completo por una especie de valla pequeña de madera lustrada, y una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar.

El Buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como por azar entre los árboles. Dejó que sus ojos, que eran los de un buscador, pasearan por el lugar… y quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción? Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días? Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, y sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar?


Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Al acercarse a leerla, descifró: Lamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas. El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar.

El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

– No, ningún familiar? dijo el buscador – Pero… ¿qué pasa con este pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de niños?

El anciano cuidador sonrió y dijo:

“Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré… Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de entonces, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abra la libreta y anote en ella: a la izquierda, qué fue lo disfrutado, a la derecha, cuánto tiempo duró ese gozo. ¿Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla? ¿Una semana, dos? ¿Tres semanas y media? ¿Y después?, la emoción del primer beso, ¿cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días? ¿Una semana?
¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? ¿Y el casamiento de los amigos? ¿Y el viaje más deseado? ¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano? ¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?, ¿horas?, ¿días?
Así vamos anotando en la libreta cada momento, cada gozo, cada sentimiento pleno e intenso… Y cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ése es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.”


martes, 30 de octubre de 2018

AD HONOREM: MIGUEL HERNÁNDEZ

AD HONOREM: MIGUEL HERNÁNDEZ

Hoy, 30 de octubre, es el aniversario del nacimiento, en Orihuela, del gran MIGUEL HERNÁNDEZ GILABERT. poeta con sobrados méritos como recordarlo aquí de un modo especial.

Para ello recogemos este poema de “Cancionero y Romances de Ausencias”


Cuando paso por tu puerta,
la tarde que viene a herir
con su hermosura desierta
que no acaba de morir.

Tu puerta no tiene casa
ni calle: tiene un camino,
por donde la tarde pasa
como un agua sin destino.

Tu puerta tiene una llave
que para todos rechina.
En la tarde hermosa y grave,
ni una sola golondrina.

Hierbas en tu puerta crecen
de ser tan poco pisada.
Todas las cosas padecen
sobre la tarde abrasada.

La piel de tu puerta, ¿encierra
un lecho que compartir?
La tarde no encuentra tierra
donde ponerse a morir.

Lleno de un siglo de ocasos
de una tarde azul de abierta,
hundo en tu puerta mis pasos
y no sales a tu puerta.

En tu puerta no hay ventana
por donde poderte hablar.
Tarde, hermosura lejana
que nunca pude lograr.

Y la tarde azul corona
tu puerta gris de vacía.
Y la noche se amontona

sin esperanzas de día.

CAMBIAR SIN MIMETIZARSE

CAMBIAR SIN MIMETIZARSE

En el sentido que se quiere expresar aquí cambiar sería modificar, sustituir, alterar una condición.

En el mundo tan sutil o delicado, tan dado a mirar solo las formas, a dar más importancia a lo exterior, a las palabras que al interior y a los significados como el que vivimos, pareciera una acción necesaria y lógica, vamos, hasta obligatoria. Vivimos en el placer de la incertidumbre sin más referente que el ombligo de cada uno.

Pero cambiar o mantenerse en un rumbo supone siempre tener un referente, tener un objetivo, tener una idea de uno mismo al menos. Y es que las cosas de la vida comienzan a cada  momento, es cierto, pero lo hacen desde unos referentes, algunos de los cuales son inmanentes, esto es, marcan la esencia de nuestro seguir, sea cual fuere el rumbo.

Es fácil defender el cambio si se cree que cada uno dirige el destino, si no se tiene nada a lo que aferrarse, ni creencias ni esencias, si no se tiene nada que defender… si se cree que la libertad está en eso, en el cambio. 

Todos piensan en cambiar a los demás, más aún, en que los demás cambien, pero pocos piensan en cambiarse a sí mismos señalando su esencia.


En estos momentos pienso muchas veces en este poema de M. Machado.

En estos campos de la tierra mía,
y extranjero en los campos de mi tierra
yo tuve patria donde corre el Duero
por entre grises peñas
y fantasmas de viejos entinares,
allá en Castilla, mística y guerrera;
Castilla la gentil, humilde y brava;
Castilla del desdén y de la fuerza,
en estos campos de mi Andalucía,
¡oh tierra en que nací! , cantar quisiera.
Tengo recuerdos de mi infancia, tengo
imágenes de luz y de palmeras,
y en una gloria de oro,
de lueñes campanarios con cigüeñas,
de ciudades con calles sin mujeres,
bajo un cielo de añil, plazas desiertas
donde crecen naranjos encendidos
con sus frutas redondas y bermejas;
y en un huerto sombrío, el limonero
de ramas polvorientas
y pálidos limones amarillos,
que el agua clara de la fuente espeja,
un aroma de nardos y claveles
y un fuerte olor de albahaca y hierbabuena;
imágenes de grises olivares
bajo un tórrido sol que aturde y ciega,
y azules y dispersas serranías
con arreboles de una tarde inmensa;
mas falta el hilo que el recuerdo anuda
al corazón, el ancla en su ribera,
o estas memorias no son alma. Tienen,
en sus abigarradas vestimentas,
señal de ser despojos del recuerdo,
la carga bruta que el recuerdo lleva.
Un día tornarán, con luz del fondo ungidos,
los cuerpos virginales a la orilla vieja.


A. Machado. Lora del Río, 4 de Abril de 1913.

lunes, 29 de octubre de 2018

EL CORROSIVO INDIVIDUALISMO

EL CORROSIVO INDIVIDUALISMO

Seguimos muy cerca de la SOLEDAD, esa que nos servía en nuestra entrada de ayer, puesto que que es ese INDIVIDUALISMO el que más favorece el que vivamos prisioneros de la soledad.

Ocurre que, en el mundo que vivimos, en ese escenario, existen dos variables que nos marcan como ninguna otra cosa para que interpretemos el papel que nos toca o que elegimos, según los casos (y no creo en el determinismo): EL TIEMPO y LOS DEMÁS.

Y la cuestión es que no vivimos (no interpretamos la vida) de acuerdo con ellas, por lo que ambas variables nos arrollan sin que sepamos defendernos de ellas.


El TIEMPO nos hace o nos tendría que hacer más expertos, pero, mientras no nos aprieta en nuestra independencia, ni nos preocupa y llegamos a un nivel en el que solo tenemos más grande la necesidad afectiva (o sentimental, según algunas otras visiones), a la vez que aumenta nuestra dependencia y nos ahoga la soledad, la falta de libertad y el silencio.

LOS DEMÁS viven bajo el criterio de INDEPENDENCIA (yo, mi, me, conmigo y para mi), de tal manera que ya nadie necesita de OTROS para ser feliz, excepto de su ego. El afecto y el sentimiento es algo individual, intransferible y nadie está dispuesto a entregar algo de su individualidad para compartirla con una parte de la de otra persona.

La INDIVIDUALIDAD (justificada por la felicidad y la comodidad) atraviesan las variables tiempo y relaciones. De ese modo ambas variables son vistas como “dependencia”, como impedimentos para vivir y ser felices.


Hemos complicado la vida porque nos hemos complicado nosotros y al final solo nos queda la soledad, que es la meta a la que lleva el individualismo (que no deja de ser una manifestación del egoísmo que adorna nuestra sociedad).

domingo, 28 de octubre de 2018

RACIONALIZANDO LA SOLEDAD

SOBRE LA RACIONALIDAD DE LA SOLEDAD 

En el “paseo” diario que hago sobre las cuestiones de internet que me interesan, encontré en su día una que me  llamó mucho la atención y, aparte de dejarla anotada en mi Scoop-it, quiero referirme a ella de un modo especial, quizá porque es también especial el modo en que ha tocado “mi fibra” o porque mi propia situación hace que lo que aporta me afecte.

Está editada la entrada en ined21.com, con el título “Superar las crisis que nos afectan al final de nuestra vida: ¿Son tan importantes las emociones en nuestra desarrollo vital? y su autor es Juan Ramón Diaz Martínez.

Estamos de acuerdo que uno de los MIEDOS que más poderosamente nos afectan a los seres humanos es la SOLEDAD, sobre todo la de carácter afectivo. No hace falta ir a estudios de autoridades científicas para saberlo, solo hay que haber vivido con cierta atención y sensibilidad. La muerte se nos presenta, al menos en nuestro espacio cultural occidental, como la mayor de las soledades, aunque solo sea por no saber nada de ella. Ese sentimiento de SOLEDAD SUPREMA es lo que, según nuestro criterio, hace tan especialmente doloroso el pensamiento sobre la muerte (y quizá por eso mismo todas las religiones ponen un acento especial en ella).


La SOLEDAD se cubre con recuerdos, con pensamientos… que, al final, no son más que finos velos que no tapan nada, excepto en una cosa: nos revelan lo que HEMOS SIDO

Pensar en el discurrir de nuestro tiempo y en lo que hemos hecho en él nos induce a pensar (también es una teoría personal) que podríamos haber hecho más o haber hecho más cosas, como si eso fuera un ruego que pueda ser atendido, pero solo es eso, aunque sirva para evadirse de la realidad, sea la que sea.

En todo caso es cierto, como anota el autor, que lo emocional, lo afectivo, se hace evidente con fuerza cuando hay que ver la vida por el espejo retrovisor (no son sus palabras, pero creo que esa es la idea, al menos como nosotros lo pensamos). Hasta el punto que es necesario contar con un buen equilibrio personal para resolver la soledad, esa que nos hace mirar todo de manera retrospectiva.

Es la INTEGRIDAD (según el autor y estamos de acuerdo con él) la que nos hace ACEPTAR  la vida y el camino recorrido.


De este modo, concluye, la actividad, la vitalidad, el optimismo (o cierto nivel de optimismo), la sensibilidad, la curiosidad, la fantasía y la fidelidad a unos principios,…  es lo que nos puede ayudar a superar los miedos.

sábado, 27 de octubre de 2018

CALLAR ES DE SABIOS

CALLAR ES DE SABIOS

Decía Gibran que “puedes olvidar a aquel con el que has reído, pero no a aquel con el has llorado” o por el has llorado (añado).

Creo firmemente que lo más valioso de todos nosotros es ser BUENAS PERSONAS, pero ese título solo se obtiene a través de los VALORES que uno pone en juego en la convivencia con los demás o en los actos de su vida.

Pero, a la vez, creo que nos podemos ahogar con las palabras que no decimos, por no molestar o por miedo a perder la conexión con algunas personas. Y eso es así por más que, a veces solo les digamos que “estamos bien” para ahorrarnos preguntas que requieren respuestas que no queremos contestar o que creemos que pueden molestar.

No olvido, con todo, aquella lapidaria frase de García Márquez: “Hay personas que lo único inteligente que tienen es el celular”, porque la vida me ha demostrado que es así.

Vamos, que hay personas que nos DESILUSIONAN, pero de eso se puede salir fácilmente, porque indica que teníamos una relación incorrecta.

Es cierto que otras nos hacen daño, tanto, que quisiéramos decir en público lo que se merecen (para no ahogarnos en palabras, por ejemplo), pero, si uno lo piensa bien, no vale la pena. Cada uno tiene una visión y una opinión de los hechos y hay que dejar que el tiempo ponga a cada uno en su lugar.

La conclusión es que CALLAR ES DE SABIOS.


Rabindranath Tagore escribió:

SI NO ME HABLAS

Si no me hablas,
llenaré mi corazón con tu silencio
y así podré soportarlo

Me mantendrá tranquilo
y esperaré como la noche,
con su vigilia de estrellas
y su cabeza inclinada
en señal de paciencia.

Es seguro que vendrá la mañana,
que se desvanecerá la oscuridad
y que tu voz se derramará por los cielos

en torrentes de oro.

viernes, 26 de octubre de 2018

LAS RELACIONES EN SITUACIONES DIFÍCILES

LAS RELACIONES EN SITUACIONES DIFÍCILES

Con las personas que, de tener una convivencia armónica y generosa, he pasado a darlas por desaparecidas, no siento rabia ni resentimiento alguno. Me han decepcionado, eso sí, porque siempre he andado esperando LO QUE YO HE ESTADO DISPUESTO A DAR.

También porque pienso que una de las cosas más hermosas de la vida es tener personas con las que hablar de todo, por raro que sea, sin sentirme incómodo (sabiendo como sé de mi acidez a veces).

Desde aquí mi abrazo de reconocimiento para esas amistades que, por encima del tiempo y del espacio siguen y seguirán a mi lado.


Por lo demás, he decidido no presionar al tiempo. Lo que tenga que pasar va a ocurrir de todos modos. De esta manera espero lograr que las cosas discurran y acontezcan de un modo natural, sin planearlo, sin esperarlo, como si lo “por venir” fuera la mejor sorpresa.

jueves, 25 de octubre de 2018

QUIEN QUIERE ESTAR EN MI VIDA LO ESTÁ SIN EXCUSAS

QUIEN QUIERE ESTAR EN MI VIDA LO ESTÁ SIN EXCUSAS

“Cuando la realidad no es lo que esperamos, nos tapamos los ojos porque nos cuesta reconocerla, aceptarla. Lo mismo pasa en una relación cuando vemos que no nos brinda su tiempo y atención, encontramos justificaciones de donde sea.

Cuesta aceptar que, por más que existan limitaciones, cuando alguien quiere estar presente, está y si la distancia es la culpable, siempre tendrá un espacio para hacer notar su apoyo o presencia.

Siempre habrá quien quiera tenernos como prioridad, aun cuando no ubiquemos mentalmente a esa persona. Obviamente eso no quiere decir que para nosotros alguien que no logra despertar interés se convertirá en nuestra prioridad por reciprocidad. 

Lo que queremos resaltar es que de eso se tratan las interacciones de la vida, algunas veces buscamos a la persona que creemos equivocada y otras veces a quienes no les damos mayor importancia, nos busca.

Debemos aceptar las dinámicas de la vida, sin drama, solo conscientes de que en algún momento coincidiremos en nuestras preferencias y los eslabones se unirán. 

Pero lo que no es posible es quedarnos esperando que una persona en particular, que ha establecido sus prioridades de acuerdo a sus intereses, actúe de una forma particular con nosotros, tenga gestos que sabemos que no tendrá o tenga presencia donde no quiere tenerla.

Por el contrario cuando alguien apuesta por nosotros, se hace sentir, se hace notar y sea cual sea el ámbito en el cual se relaciona con nosotros, nos ubicará de forma tal que se torne evidente las ganas de formar parte activa en nuestras vidas.”


miércoles, 24 de octubre de 2018

DIME DÓNDE NO ESTÁS

DIME DÓNDE NO ESTÁS

En “El principito” se puede leer:
  • ¿Qué es la soledad? - Pregunta el principito.
  • Es un reencuentro consigo mismo y no debe ser motivo de tristeza, es un momento de reflexión.
Desde la convicción de que eso es así y de que así lo vivo, quisiera completar hoy esta entrada con Borges, como defensa (artificiosa, pero defensa) del recuerdo y de la memoria para llenar esa soledad. Y eso a pesar de lo que otro autor escribió: EL TIEMPO NO NOS PERMITE OLVIDAR PERO SÍ SOLTAR Y SEGUIR.


Dime por favor donde no estás
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.

Dime por favor en que vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.

Dime por favor por qué camino
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descansar de mi tristeza.

Dime por favor cuál es la noche
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.

Dime por favor donde hay un mar,
que no susurre a mis oídos tus palabras.

Dime por favor en qué rincón,
nadie podrá ver mi tristeza;
dime cuál es el hueco de mi almohada,
que no tiene apoyada tu cabeza.

Dime por favor cuál es la noche,
en que vendrás, para velar tu sueño;
que no puedo vivir, porque te extraño;

  y que no puedo morir, porque te quiero.


Jorge Luis Borges

martes, 23 de octubre de 2018

UN ATREVIMIENTO

UN ATREVIMIENTO

Hace un tiempo, como colofón a una carta que titulé así (“Un atrevimiento”) incluí un poema de G.A. Bécquer que quisiera que figurara en esta entrada.

Mi situación personal da para pocas alegrías y las personas que se acercan a lo escrito en las redes no están por la labor de llevar su vida y encima tener que cargar con penas ajenas, pero algunas veces hay que situar en escena todos los componentes del escenario y el libreto para ser entendido. Eso intenté en el caso a que hago referencia.

A la par defendía el recuerdo como modo de aguantar las crisis y de olvidar que el futuro no cotiza cuando el presente tiene mal diagnóstico.

Con el objetivo de recordar ese momento (de nuevo sale el dichoso verbo “recordar”) y otros muchos y hacerlo sin malas intenciones, vibraciones o de modo lastimoso, ahí van los versos del poema:


Asomaba a sus ojos una lágrima

Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mis labios una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún ¿por qué callé aquel día?
Y ella dirá ¿por qué no lloré yo?

Una noche cualquiera el futuro se llama pasado...


Gustavo Adolfo Bécquer

lunes, 22 de octubre de 2018

DE VEZ EN CUANDO LA VIDA

DE VEZ EN CUANDO LA VIDA 

Una persona, asidua a la lectura de mis entradas al blog, me incluyó la letra de una canción de JOAN MANUEL SERRAT que guarda relación con mi entrada del día 14 de octubre: A VECES… LA VIDA.

Hoy quiero hacer extensivas esas palabras, porque creo que completan las visiones que, sobre la vida, podamos tener.


De vez en cuando la vida nos besa en la boca y a colores se despliega como un atlas, nos pasea por las calles en volandas, y nos sentimos en buenas manos; se hace de nuestra medida, coge nuestro paso y saca un conejo de la vieja chistera y uno es feliz como el niño cuando sale de la escuela. 

De vez en cuando la vida toma conmigo café y está tan bonita que da gusto verla. Se suelta el pelo y me invita a salir con ella a escena.

De vez en cuando la vida se nos brinda en cueros y nos regala un sueño tan escurridizo que hay que andarlo de puntillas por no romper el hechizo. 

De vez en cuando la vida afina con el pincel: se nos eriza la piel y faltan palabras para nombrar lo que ofrece a los que saben usarla. 

De vez en cuando la vida nos gasta una broma y nos despertamos sin saber qué pasa, chupando un palo sentados sobre una calabaza”.

De Vez En Cuando La Vida. Joan Manuel Serrat
Imagen: La Laguna Negra (Soria) en otoño

domingo, 21 de octubre de 2018

MI VISIÓN PERSONAL

MI VISIÓN PERSONAL

Entre mis apuntes y papeles de mi adolescencia he encontrado una vieja poesía a la que no puedo poner autoría. Estaba entre mis apuntes de Lengua y Literatura y sé que el cuaderno era de mis quince-dieciséis años y que ese año en concreto fue un año crucial en mi recorrido vital.

Lo fue porque en aquel momento hube de tomar decisiones sobre cómo orientar mi futuro ( a esa edad lo que se tiene es futuro, difuminado y confuso, pero en ese momento no pesa la experiencia ni casi el presente). Y para ello tuve que poner en solfa lo que venía haciendo y sopesar mis posibilidades.

De todo ello saqué varias conclusiones: que no podía seguir por el camino que llevaba, que quería ser lo que después logré ser, que no me faltarían fuerzas ni dedicación y que mi vida se parecía mucho a este poema, que, desde ese momento, me ha acompañado siempre.


Hoy lo quiero traer aquí porque completa algunas de las entradas que he ido haciendo (la vida no es un problema, a veces… la vida, seguir y seguir, etc.), aunque suponga también cierto sonrojo, en la medida en que desnudo buena parte de mis creencias más íntimas.


Lento el atardecer se viene encima.
Lento y seguro el sol hacia su ocaso,
lento el tiempo y, mucho más acaso,
el lento caminar hacia la cima.

Poco a poco la noche se aproxima 
extendiendo su manto oscuro y raso.
La luz se va extinguiendo paso a paso
en tanto que me hiere y me lastima

la amarga soledad en que camino.
Andar, andar sin fuerza, sin aliento
Parece ser la norma de mi sino,

sentir esta nostalgia que yo siento,
ser siempre sin remedio peregrino

desecho por continuo desaliento