Hay una antigua alumna que, después de un largo tiempo en contacto a través de las redes sociales, me ha hecho llegar unas palabras emocionantes y ya que estamos con escritos de amigos, no quisiera pasarlas por alto.
Realmente no es un escrito directo, sino la respuesta a una entrada mía al Blog que titulé: “CUANDO TE IGNORAN”, pero, por eso y por otras razones (un profesor no tiene mejor pago que el que un alumno, pasado un tiempo largo -unos 25 años en este caso- sea capaz de hacerte llegar su agradecimiento) quiero que tenga un lugar especial en este blog y hacerle saber que las lágrimas acompañaron su lectura.
“Tu eres de esta gente necesaria -me dice-, tu eres uno de los responsables de que muchas personas que pasamos por tus clases y que te hemos conocido seamos hoy lo que somos, así que gracias y recuerda que eres GENTE NECESARIA”.
Esas palabras las acompaña de este poema:
Gente necesaria
Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales,
que con sólo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.
Hay gente que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas.
Que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.
Hay gente que con solo abrir la boca
llega hasta todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas
y se queda después, como si nada.
Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe, que a la vuelta de la esquina,
hay gente que es así, tan necesaria.
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