viernes, 26 de abril de 2019

GANAR LA VIDA

Decía Hermann Hesse que “No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente, porque creen que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su mundo interior manifestarse”.


Creo que esas palabras encierran una gran verdad, porque a fin de cuentas la riqueza o pobreza del ser humano está en lo que encierra en su corazón, no en el puesto que ocupa o en el papel que desempeña ni en el éxito o riqueza que es capaz de acumular, porque todo eso desaparece en un día y, a fin de cuentas, solo es brillo exterior, mientras que cada uno hemos de luchar y pervivir con nuestro recursos más íntimos, de los que carece el que se ocupa de su “exterior” o de su comparación con los demás.

De este modo “ganar” la vida solo es posible para el que se levanta cada día para hacer frente a la vida, aunque tenga encima todos los problemas y contratiempos del mundo. O para el que es capaz de regalar una sonrisa, aun cegado por las lágrimas, o responder con un abrazo sincero…


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