Ya que estamos hablando de amigos, me permito traer a mi blog unas palabras de otro amigo, que fue alumno de doctorado y al que dirigí su tesis doctoral. Se lo ha ganado por su lucha y su afán divulgador.
Estas palabras juegan con la tríada: libertad - igualdad y justicia y creo que merecen una lectura atenta y una buena reflexión. Va por él y por su persistencia:
“La justicia que sacrifica la libertad en aras del sofisma de la supuesta igualdad, no es justicia.
La historia del concepto de Justicia nos remite a Kant, quien aclara que una ley por mucho que favorezca a las mayorías, no la hace justa. Por mucho que genere placer a las mayorías no la hace un bien.
Más allá de un problema de diferencias ideológicas, como se quiere hacer ver, la libertad no se puede conculcar a costa de la falsa igualación. Pues no puede haber igualdad cuando se limita la libertad de elegir, no puede haber igualdad cuando no es la razón la que permite elegir sino el partido único y la voluntad del mandarín de turno.
La voluntad general convertida en solipsismo del poder de turno, degeneró la voluntad colectiva; es decir, cuando el mandarín de turno pone en boca de la voluntad general lo que quiere que ésta diga, estamos en dictadura en nombre de la democracia. Esto no es democracia. Por eso la justicia, como teoría en el sistema democrático, no puede existir sin la libertad. La justicia está irremediablemente ligada a la libertad o no es un sistema justo y democrático.
Y en Kant limitar la libertad no es justicia. La justicia es más el ejercicio de la libertad que el falso sofisma de la igualación por abajo.
Vivimos tiempos en los que la crisis de la democracia no es otra cosa que la crisis de la justicia. Pero entendamos, no necesitamos más leyes sino una justicia en la que cada quien sea capaz de conducirse bajo la libertad.
El ejercicio de la libertad está en el principio de tener conciencia de qué lo determina”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario