NO ES DÍA DE PALABRAS
Es día de deseos, de querer estar al lado d quien valora mi presencia. También de ofrecer mi esfuerzo y mi tiempo, este romper espacios y tiempos con el que vivo y lucho solo a quien hace que ese esfuerzo merezca la pena. Solo aspiro a cuidar de quien cuida de mi y a valorar a quien se interesa por mi.
Es día, pues, de estrechar el campo de las aspiraciones y los sueños, también de volver la vista atrás, para elegir aquello que me sirva para lo que me queda, de reflexionar sobre mi mismo y hacerme consciente de lo que ha de venir.
Es hora de dejar hablar a los poetas. Hoy quiero hacerlo a través del tan traído y usado Jorge Luis Borges:
Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma,
y uno aprende que el amor
no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad
y uno empieza a aprender.
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los / / ojos abiertos
y uno aprende a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen una forma de
caerse en la mitad.
Y después de un tiempo
uno aprende que si es demasiado,
hasta el calorcito del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín
y decora su propia alma, en lugar
de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
y uno aprende y aprende...
y con cada día uno aprende.
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