LA VIDA ES IMPREVISIBLE
El discurrir de la vida, por su espacio o camino y por el tiempo personales, nos hace pensar que la vida es una especie de locura con la que hemos de compartir todo. A veces nos une con personas que nunca imaginamos. A veces nos separa de esas o de otras de las que estábamos seguros que siempre iban a estar a nuestro lado.
Del mismo modo, a veces nos da el vigor, la fortuna y el ánimo de vivir experiencias placenteras, que mimas porque crees que es la mejor forma de discurrir por el camino y a veces, por gracia o desgracia, nos quita todos los andamios y nos hace caminar por caminos angostos, fríos, sin biología que los soporte y sin nada que nos ampare.
Al final creo que solo hay una forma de no volverse loco con esos cambios o de que tengan cierto sentido: sumergirse en ellos y danzar al ritmo que nos tocan, porque luchar contra ellos es imposible, nos es imposible.
Es cierto que deberíamos estar preparados para eso, pero la vida no nos da muchas oportunidades, pues continuamente nos exige luchar contra inconvenientes o contra circunstancias que nos exigen toda nuestra atención y solo nos da una pista, solo nos dice cuál es el destino final, no cómo será el camino y el espacio para llegar a él.
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