A veces el camino por el que discurre nuestra vida, sin dejar de ser escarpado y difícil, se estrecha sin darnos posibilidad de apartarnos de él y, a veces, ni de avanzar sin rozarnos.
Eso hace aún más difícil el paso del tiempo, el caminar por él. es como si aquello que rige el destino, si es que lo hay, nos quisiera dar sorpresas (siempre desagradables) para mantener el desencanto por nuestro deambular vital o para darnos aún más variables para mantenernos en eterna guardia o para que dejemos de mirar los ya encogidos límites de nuestras posibilidades.
La realidad, así, se aleja aún más de nosotros y nos acaba pareciendo solo un espejismo, porque el desencanto nos aprieta a la vez que lo hace el camino.
Aún así hay que pensar que:
HOY ES EL PRIMER DÍA DEL RESTO DE LA VIDA
LXIX
Hoy buscarás en vano
a tu dolor consuelo.
a tu dolor consuelo.
Lleváronse tus hadas
el lino de tus sueños.
el lino de tus sueños.
Está la fuente muda,
y está marchito el huerto.
Hoy sólo quedan lágrimas
para llorar.
No hay que llorar, ¡silencio!
A. Machado
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