Me he permitido el atrevimiento de copiar (con algunos leves cortes) la entrada del 30 de julio de Paola Céspedes en su blog HOY APRENDÍ (Creando un mundo mejor…) esperando que ese hecho, seguramente contrario al derecho, puesto que tiene los “derechos reservados” no cause molestia a la autora. Mi razón: La necesidad de expresar algo que aquí está perfectamente dicho y hacerlo en otro blog que cuenta con una entrada diaria por mi parte.
“Cuando eres fuerte pero estás cansado, tu fe se vuelve cautelosa. Crees en el amor, pero también lo temes. Esperas con ansias algo que ni siquiera ves que está en tu futuro. Cuando todo lo que has experimentado es angustia, se necesita fuerza para creer en cualquier otra cosa. Sabes que te lo mereces, pero hay momentos en los que no crees que llegará nunca tu camino. Cuando eres fuerte pero estás cansado solo quieres renunciar. Sólo quieres irte. Dejas de intentar. Dejas de creer.
Son las lágrimas que lloras por la noche. Y tienes que despertar al día siguiente y fingir que todo está bien. Como si no te hubieras deshecho y recogido las piezas rotas de ti mismo. Sonríes porque tienes que hacerlo.
Ayudas a otros y encuentras soluciones para ellos, pero ni siquiera puedes ayudarte a ti mismo. Cuando lo haces parecer fácil todo el mundo piensa que puedes manejarlo. Pero parte de ti quiere caer de rodillas porque eres humano.
Eres más fuerte de lo que te das cuenta. Eres más fuerte de lo que la gente te da crédito.
Se necesita fuerza para creer en las personas cuando las has visto en su peor momento. Se necesita fuerza para creer en el amor cuando te lastimaron. Se necesita fuerza para creer en ti mismo cuando todo el mundo está dudando de cada elección que haces.
Y sé lo que es estar cansado de ser tan fuerte. Estás cansado de lastimarte. Estás cansado de estar decepcionado. Estás cansado de dar lo mejor que puedas para ver a la gente aprovecharse de eso.
Estás cansado de que todos esperen que cometas un error. Estás cansado de esperar lo peor de todo el mundo y todo lo que ves convertirse en realidad. Estás cansado de que todo el mundo te juzgue y te diga cómo debes vivir tu vida. Cuando estás haciendo tu mejor esfuerzo pero por alguna razón, se queda corto. Estás cansado de intentar cambiar lo que eres y no importa a quién trates de complacer, no estás contento contigo mismo.
Es agotador. Cuando te pierdes tratando de complacer a los demás, nada de eso es fácil. Es agotador ser la persona más grande. Es agotador preocuparse por la gente tanto como tú. Es agotador quedarse despierto tarde pensando en cada error deseando que poder hacerlo bien.
La gente como tú siempre sabrá el dolor en un nivel más profundo que otros. La gente como tú siempre sentirá un poco más de dolor. La gente como tú siempre conocerá esta oscuridad que otros nunca harán. Pero con todas estas emociones intensas que se sienten tan pesadas, también sientes las cosas buenas y las aprecias más que nadie.
Así que te pido que no cambies. No permitas que el dolor te haga sentir tan agotado”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario