MUÑECOS ROTOS

MUÑECOS ROTOS

Es tal las ganas de noticias “viscerales”, de ese ámbito de la comunicación que se ha dado en llamar “rosa” o “del corazón”, que se han roto todas las barreras y, de paso, toda ética.

Viene esto al caso de los hijos de famosillos o sus compañeras y compañeros que, o bien han permitido que sus progenitores cobraran un sueldo por eso o bien solo han aprendido a vivir de eso, porque es lo que han visto o es a lo que se han visto abocados.

No estoy my puesto en todos los personajes, pero estoy seguro que cada uno tiene ejemplos para dar y tomar de protagonistas de este tipo.

Lo que hace que todos ellos tengan algo en común es que, justo al cumplir 18 años, se han querido dedicar a vivir de su imagen o de sus apellidos y, a costa de “representantes” o de sus propios padres o madres, han intentado hacer de ese hecho (llevar un apellido o ser hijo o hija de…) su modo de vida, estirando todo hasta lo esperpéntico.

Baste decir que una implicada en esa lista ha salido del país para ir al de origen con el fin de generar un drama y que lo grabara una TV, eso en contra de toda lógica, toda ética y sin sentido común.

Ninguna de esas personas han hecho nada más. ni tienen estudios, ni se han dedicado a nada que las distinga profesionalmente. Bueno, en muchos casos han sido madres o padres con 18 ó 19 años, con menos madurez que una patata recién plantada.

Pero todas ellas solo encontrarán problemas en la vida, quizá no por ellas mismas, pero sí por las trampas de las escalera que quieren subir. Son MUÑECOS ROTOS (“porque es lo que quiere el público” dirán los periodistas que las explotan)