LA SOLEDAD DEL “CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA”
Tomando apuntes de aquí y de allá de esa obra surgen lecturas como esta:
“Encontrarás la salida solo cuando hayas aprendido lo que has ido a aprender. Cuando aprendas a aceptar en lugar de esperar, tendrás menos decepciones.
Los animales aceptan y los humanos esperan. Nunca oirás a un conejo decir: espero que el sol salga esta mañana para poder ir al lago a jugar. Si el sol sale o no sale, no estropeara el día al conejo. Es feliz siendo un conejo. El caballero pensó en esto. No recordaba a ninguna persona que fuera feliz simplemente por ser una persona.
Supongo que he tenido miedo de estar solo.Y le vino un pensamiento de que durante toda su vida había perdido el tiempo hablando de lo que había hecho y de lo que iba hacer. Nunca había disfrutado de lo que pasaba en el momento. Durante la mayor parte de su vida, no había escuchado realmente a nadie ni a nada. El sonido del viento, de la lluvia, el sonido del agua que corre por los arroyos, había estado siempre ahí, pero en realidad nunca los había oído. Tampoco había oído a Julieta, cuando ella intentaba decirle cómo se sentía; especialmente cuando estaba triste.
Julieta debía de haberse sentido muy sola hablando con un hombre envuelto en acero, tan sola como él se había sentido en esa lúgubre habitación.
Su propio dolor y su soledad afloraron. Comenzó a sentir el dolor y la soledad de Julieta también. El caballero lloró más al darse cuenta de que si no se amaba, no podía amar realmente a otros. Su necesidad de ellos se interpondría.
En eso apareció el mago y le dijo: solo podrás amar a otros en la medida en que te ames a ti mismo”.
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