domingo, 31 de mayo de 2020

DENTRO DE MI



Retomamos las narraciones cortas, esas que condensas en pocas palabras, pero de un modo al que nunca podré aspirar, lo que me gustaría decir:


“En el medio del odio me pareció que había dentro de mí un amor invencible.

En medio de las lágrimas me pareció que había dentro de mí una sonrisa invencible.

En medio del caos me pareció que había dentro de mí una calma invencible.

Me di cuenta, a pesar de todo, que en medio del invierno había dentro de mí un verano invencible. Y eso me hace feliz.

Porque no importa lo duro que el mundo empuje en mi contra… dentro de mí hay algo mejor empujando de vuelta”.


El verano de 1953. Albert CAMUS

sábado, 30 de mayo de 2020

NOS EQUIVOCAMOS

Muchas experiencias nos van diciendo que nos equivocamos cuando nos guardamos dentro de nosotros todo lo que nos acongoja.

Creemos que sacándolo haremos daño a los demás y que no están los amigos o conocidos para tristezas o sinsabores (seguramente tienen suficiente con los suyos).

En algunos casos es así, alguna vez lo hemos anotado en ese sentido, pero, después del tiempo, sin más relación que este blog y las redes sociales con el exterior, he de decir, que lo que realmente ocurre es que nos hacemos daño a nosotros mismos acumulando tristezas, sinsabores, dolores y falta de esperanza.

No es que deje de ser verdad lo primero. Tristezas hay para todos, pero lo segundo, aunque cueste reconocerlo para no dejar ver nuestra debilidad, es cierto también.



Guardar nuestros males es acumular frustraciones, rabias, estrés y hacer de nuestra biología un campo de batalla donde pelean las emociones, las esperanzas, los sueños… las fuerzas para vivir.

Posiblemente acabe siendo verdad que lo biológico también viene regido por lo psicológico, aunque también lo sea el hecho de que los conocidos acaben cansados de nuestras quejas.

Difícil dilema para una vida convulsa y para un mal cronificado.

viernes, 29 de mayo de 2020

EL GIGANTE EGOÍSTA


“Una mañana, el Gigante estaba en la cama todavía cuando oyó que una música muy hermosa llegaba desde afuera. 

Sonaba tan dulce en sus oídos, que pensó que tenía que ser el rey de los elfos que pasaba por allí. En realidad, era sólo un jilguerito que estaba cantando frente a su ventana, pero hacía tanto tiempo que el Gigante no escuchaba cantar ni un pájaro en su jardín, que le pareció escuchar la música más bella del mundo. 



Entonces el Granizo detuvo su danza, y el Viento del Norte dejó de rugir y un perfume delicioso penetró por entre las persianas abiertas.

-¡Qué bueno! Parece que al fin llegó la Primavera -dijo el Gigante, y saltó de la cama para correr a la ventana.


Cuento de Oscar Wilde: El gigante egoísta

jueves, 28 de mayo de 2020

SERÉ FAMOSO

Lo que pretende un escritor es mostrar su dominio del idioma, su variedad de léxico, su facilidad para la fraseología, su autoridad sobre la sintaxis. Demostrar que se saben evitar galicismos como “sobre la marcha”, o vulgarismos como “desapercibido” por “inadvertido”. Se espera que se exprese con claridad, sin redundancia. Que se pueda leer el texto seguido, sin sobresaltos, sin socavones. Parece que es fácil escribir fácil, pero es difícil. No sé por qué pero tendemos a lo barroco, a lo enmarañado, a lo retorcido. Y todavía, si es un retorcimiento formal gongorino o conceptual quevedesco o gracianiano, puede pasar. Pero si el retorcimiento solo muestra impericia y confusión de ideas, el texto se cae de las manos. 

A escribir se aprende escribiendo, y a escribir, leyendo. Leer y escribir. Escribir y leer. Dijo Martín Gaite que escribir es comunicar. Y es verdad. ¿Para quién escribo? Se preguntaba Aleixandre. Para los lectores. Todo escritor ansía ser leído. Es un discurso que se escribe sin interrupción, sin miedo escénico, y que espera que sea leído en silencio. En lejanía con el escritor. Escribir es la comunicación perfecta, sin bloqueos afectivos. ¿Es un tímido el escritor? Algún tipo de timidez debe tener, aunque debe haber tantas motivaciones como autores.



Eso iba pensando mientras trazaba su plan. A escribir se aprende escribiendo. Y la inspiración llega mientras trabajas. Se sentaba en su minúscula mesa, de espaldas a la ventana,  pero una psicodélica lámpara iluminaba el teclado. La silla era cómoda. La altura, la adecuada. Cada día escribiré algo, un poema, un relato, o incluso retomaré la novela de hace años.

Ahora o nunca. Ya tengo una edad. No soy un primerizo. Me presentaré a concursos. Mandaré mis manuscritos a las editoriales. Y alguna la publicará. Toda mi experiencia. Todas mis lecturas seguro que fructifican.
… / …

Pensaba esto cuando una punzada empezó a sentir en el costado, una punzada que se extendía después por los brazos. Dejó de escribir. Se palpó el pecho. Trató de decir algo, pero la voz se ahogaba.
Cuando vinieron de la ambulancia, todo fue inútil. Solo pudieron certificar su defunción. Ni guardar el documento pudo.


Relato corto de Antonio Barnés

miércoles, 27 de mayo de 2020

ESTOY CANSADO

ESTOY CANSADO

A través de la recordada Rocío de Santiago me ha llegado este poema de Pessoa, que no es la primera vez precisamente que figura en mis entradas al blog y espero que no sea la última

Me viene al pelo, como casi todo lo que dejó escrito este personaje portugués. Aquí habla de Constancio, de las heridas, de lo que uno ha ido viendo en el recorrido vital.

Todos esos temas están clavados en alguien que, como yo, lleva 4 años cumplidos sin salir de casa por culpa de una biología cronificada. cuya manifestación más clara al exterior es precisamente el cansancio, mientras uno se lame las heridas e intenta hacer de tripas corazón.



Por todo ello se ha ganado un puesto aquí:  

Estoy cansado, claro,
porque a esta altura uno tiene que estar cansado.
De qué estoy cansado, no lo sé;
y de nada serviría saberlo,
porque el cansancio seguiría igual.
La herida duele porque duele,
no en función de la causa que la ha abierto.

Sí, estoy cansado
y un poco sonriente
de que el cansancio sea sólo esto:
ganas de dormir en el cuerpo,
deseo de no pensar en el alma
y por encima de todo una transparencia lúcida
del entendimiento retrospectivo…

¿Y la lujuria sin par de no tener ya esperanza?
Soy inteligente: esto es todo.
He visto mucho, y he entendido mucho de lo que he visto,
y hay un cierto placer, incluso, en el cansancio que eso da:
el de que, al fin, la cabeza siempre sirve para algo.- 

F. Pessoa

sábado, 23 de mayo de 2020

PARA REFLEXIONAR SIN PREJUCIOS

PARA REFLEXIONAR SIN PREJUCIOS


La frase suele atribuirse a Abraham Lincoln, pero en realidad es un dicho popular que Lincoln recordaba de su infancia campesina: «Don’t swap horses in the middle of the stream». Más o menos: «No hay que cambiar de caballos en medio del río»; o, en traducción más libre y con permiso de Ignacio de Loyola, «En tiempo de desolación nunca hacer mudanza».

A mí me parece que esta sería de por sí una razón suficiente para apoyar al Gobierno actual: hasta que acabe este tiempo de desolación, lo más sensato es no cambiar de dirigentes y respaldar sin reservas a los que hay; o, dicho de otro modo, mientras no hayamos cruzado el río embravecido de la crisis y no hayamos alcanzado la otra orilla, no veo forma de ser leal a este país sin ser leal a este Gobierno. 

Sin reservas no significa sin críticas: somos ciudadanos, no palmeros. Es evidente que el Gobierno ha cometido errores como los han cometido todos los Gobiernos de un mundo que no estaba preparado para esta calamidad, y que tendrá que rendir cuentas por ellos; es probable incluso que esos errores le cuesten las próximas elecciones (un Gobierno capaz de inmolarse para sacar de la mejor manera posible a su país de un aprieto como éste sería para mí un gran Gobierno). 

Dicho esto, no creo que sea mucho pedir que las críticas a nuestros responsables sean prudentes, racionales y acotadas, que se evite la sobreactuación y la bronca y que no consagremos nuestras mejores energías a hacer todavía más difícil el cruce del río, como si buscáramos que el carro naufrague y que nos ahoguemos todos. Asombrosamente, ése parece ser el propósito de la oposición. No me refiero a Vox o los secesionistas, gemelos univitelinos de los que nada bueno cabe esperar; tampoco a Ciudadanos, que al parecer intenta purgar ahora errores del pasado con un suplemento de responsabilidad; me refiero al PP, un partido con una larga experiencia de Gobierno. Y escribo «asombrosamente» porque, pese a que sabe muy bien lo que es gobernar, el PP confunde a conciencia el Gobierno con el país, cosa que, hasta donde alcanzo, ninguna oposición en Europa está haciendo; sin ir más lejos: Rui Rio, líder de la oposición conservadora en Portugal, ha llamado a no atacar al gobierno progresista de su país. 

Lo del PP es, como mínimo, un error colosal. Se dirá que, dado que en España el cinismo y la irresponsabilidad no son una exclusiva de la derecha, si el Gobierno actual hubiera estado en la oposición habría hecho lo mismo que el PP. No lo sabemos, por supuesto, pero la experiencia reciente indica que no es así. La última crisis importante que padecimos tuvo lugar en otoño de 2017, cuando un Gobierno catalán que ni siquiera contaba con el apoyo de la mitad de los votantes catalanes arremetió a la brava contra más de la otra mitad. En aquel momento, el Gobierno del PP cometió muchos errores, algunos de ellos gravísimos (el principal: dejarse arrebatar la bandera de la democracia por quienes estaban incurriendo en una flagrante agresión contra la democracia); pero el PSOE supo distinguir entre el Gobierno y el país y respaldó todas o casi todas las medidas que adoptó aquél, incluida alguna tan extrema como la aplicación del artículo 155. 

Es verdad que el PSOE no es todo el Gobierno actual y que, en aquellos meses aciagos, Podemos no obró como el PSOE; al contrario: convencido Pablo Iglesias de que aquella era la última oportunidad de acabar con eso que antes llamaba Régimen del 78 (una continuación por otros medios del Régimen por antonomasia: el franquismo), el líder de Podemos trató de unir fuerzas con los secesionistas para tumbar la misma democracia de la que, poco más de dos años después, era vicepresidente.

Fue una jugada inicua, pero no muy distinta de la que ahora intenta el PP. No es de extrañar que los líderes de ambos partidos enarbolen con tanta frecuencia la palabra patriotismo. Dan ganas de citar otra vez a Samuel Johnson, según el cual el patriotismo es el último refugio de los canallas; pero no lo haré. Me limitaré a pedir que se dejen de patriotismos, que arrimen el hombro y que nos ayuden a todos a cruzar cuanto antes el río.


JAVIER CERCAS, «El coronavirus, los caballos y el río», El País Semanal, 17 de mayo de 2020, 6.

COMPUTADORA / COMPUTADOR

Un estudiante preguntó: “¿Cómo se debe decir, computadora o computador?”

En lugar de dar una respuesta, el maestro dividió la clase en dos grupos:

Varones por un lado y mujeres por el otro, y les pidió que decidieran si se debe denominar la computadora o el computador, es decir masculino o femenino.  Le pidió a cada grupo que fundamentaran su decisión en al menos 4 argumentos.

El grupo de los hombres decidió que la computadora debe ser, definitivamente, del género femenino (la computadora) 


porque:

  • 1- Casi nadie entiende su lógica interna.
  • 2- El idioma nativo en que ellas se comunican entre sí es incomprensible para todos los demás.
  • 3- Incluso los errores más pequeños se guardan en memoria de largo plazo para su posible revisión mucho tiempo después.
  • 4- En cuanto usted tenga una, se encontrará gastando al menos la  mitad de su sueldo en accesorios para ella.

El grupo de las mujeres, sin embargo, concluyó que los computadores deben ser masculinos (el computador) porque:

  • 1- Para hacer algo con ellos, usted tiene que encenderlos.
  • 2- Ellos almacenan muchos datos, pero todavía no pueden pensar por sí mismos.
  • 3- Se supone que ayudan a resolver los problemas, pero la mayor parte del tiempo....ellos son el problema.
  • 4- Apenas usted tenga uno, comprenderá enseguida que, si hubiera esperado un poco más, podría haber conseguido uno mejor. 

viernes, 22 de mayo de 2020

EL OVNI Y LA MOSCA

Soy de los que está convencido de que los “cuentos”, así como las fábulas (que no dejan de ser otro tipo de cuentos) fueron “inventados” para aleccionar al grupo humano de convivencia sobre las normas que debían regir su comportamiento de acuerdo a una ética y una moral propias o para crear esa ética y esa moral.

Todos tienen un algo “aleccionador”, por más que, analizados fuera de tiempo (o sea, y solo o digo a título de ejemplo, vistos desde ahora algunos cuentos y algunas fábulas atenten contra la normativa aceptada o impuesta en la actualidad).

En ese sentido confieso mi debilidad por los “cuentos cortos” y por las “fábulas”, de ahí que recurra a ellos en algunas de mis entradas. Todos dicen o quieren decir cuestiones difíciles de ser tratadas de forma directa.

Algunos de esos relatos cortos ya han formado parte de mis entradas, pero quisiera dejar constancia de las razones que tengo para ello.



Aquí va otro: EL OVNI Y LA MOSCA

“¿Por qué me copias mi manera de volar? –le dice la mosca arrogante al ovni escurridizo. Y, sin más, empieza a hacer alarde de sus innumerables piruetas acrobáticas, cambios de rumbo inesperados, esquives instantáneos, muy difíciles de abarcar con un simple vistazo. 

El ovni –un poco amoscado y despreciativo–, se eleva en el aire, gira casi en ángulo recto, acelera y desacelera en segundos, para repentinamente y luego, esbozando una sonrisa burlona, parte de improviso y se torna invisible. La mosca reflexiona unos instantes y se pregunta: ¿y cómo lo hago yo ahora para desaparecer ante mis acosadores?”


NARRATIVA BREVE: Manuel Pastrana Lozano 

jueves, 21 de mayo de 2020

SUPERAR LAS CRISIS

En el “paseo” diario que hago sobre las cuestiones de internet que me interesan he encontrado hoy una que me ha llamado de nuevo la atención y, aparte de aparte de tenerla anotada en mi Scoop-it, quiero referirme a ella de un modo especial, quizá porque es también especial el modo en que ha tocado “mi fibra” o porque mi propia situación hace que lo que aporta me afecte.

Está editada la entrada en ined21.com, con el título “Superar las crisis que nos afectan al final de nuestra vida: ¿Son tan importantes las emociones en nuestra desarrollo vital? y su autor es Juan Ramón Diaz Martínez.

Estamos de acuerdo que uno de los MIEDOS que más poderosamente nos afectan a los seres humanos es la SOLEDAD, sobre todo la de carácter afectivo. No hace falta ir a estudios de autoridades científicas para saberlo, solo hay que haber vivido con cierta atención y sensibilidad. La muerte se nos presenta, al menos en nuestro espacio cultural occidental, como la mayor de las soledades, aunque solo sea por no saber nada de ella. Ese sentimiento de SOLEDAD SUPREMA es lo que, según nuestro criterio, hace tan especialmente doloroso el pensamiento sobre la muerte (y quizá por eso mismo todas las religiones ponen un acento especial en ella).



La SOLEDAD se cubre con recuerdos, con pensamientos… que, al final, no son más que finos velos que no tapan nada, excepto en una cosa: nos revelan lo que HEMOS SIDO. Pensar en el discurrir de nuestro tiempo y en lo que hemos hecho en él nos induce a pensar (también es una teoría personal) que podríamos haber hecho más o haber hecho más cosas, como si eso fuera un ruego que pueda ser atendido, pero solo es eso, aunque sirva para evadirse de la realidad, sea la que sea.

En todo caso es cierto, como anota el autor, que lo emocional, lo afectivo, se hace evidente con fuerza cuando hay que ver la vida por el espejo retrovisor (no son sus palabras, pero creo que esa es la idea, al menos como nosotros lo pensamos). Hasta el punto que es necesario contar con un buen equilibrio personal para resolver la soledad, esa que nos hace mirar todo de manera retrospectiva.

Es la INTEGRIDAD (según el autor y estamos de acuerdo con él) la que nos hace ACEPTAR  la vida y el camino recorrido.
De este modo, concluye, la actividad, la vitalidad, el optimismo (o cierto nivel de optimismo), la sensibilidad, la curiosidad, la fantasía y la fidelidad a unos principios,…  es lo que nos puede ayudar a superar los miedos.

Este texto es la tercera vez que lo uso en mis entradas. Lo necesito. Me es importante hacerlo aunque solo sea para recordarme mi situación e ir viendo mi involución. Pido perdón y comprensión por ello.

miércoles, 20 de mayo de 2020

EL BUSCADOR


Para llamar la atención y a la reflexión (Hoy sin imagen)

“Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador.

Un buscador es alguien que busca, no necesariamente alguien que encuentra. Tampoco es alguien que, necesariamente sabe qué es lo que está buscando, es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.

Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió.

Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó, a lo lejos, Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó mucho la atención.

Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores; la rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada.

Una portezuela de bronce lo invita a entrar. De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.

Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor. Sus ojos eran los de un buscador, y quizás por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción…

Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lápida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar.

Mirando a su alrededor el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla, decía: Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas.

El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba. Una por una, empezó a leer las lápidas. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.

Pero lo que lo conectó con el espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los 11 años… Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar.

El cuidador del cementerio, pasaba por ahí y se acercó. Lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

– No, ningún familiar dijo el buscador.
– ¿Qué pasa con este pueblo?
– ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad?
– ¿Porqué tantos niños muertos enterrados en este lugar?
– ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente?
– ¿Qué los ha obligado a construir un cementerio de chicos?

El anciano se sonrió y dijo:
– Puede Ud. serenarse.
– No hay tal maldición.
– Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre.
– Le contaré.

Cuando un joven cumple quince años sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello. Y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda, qué fue lo disfrutado y a la derecha, cuánto tiempo duró el gozo.

Conoció a su novia, y se enamoró de ella.
¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?
¿una semana?, ¿dos?, ¿tres semanas y media?

Y después, la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso
¿cuánto duró? ¿el minuto y medio del beso?, ¿dos días?, ¿una semana? ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? ¿y el casamiento de los amigos? ¿y el viaje más deseado? ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano? ¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones  ¿horas?, ¿días?

Así vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos cada momento. Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre, abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba, porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.

BUCAY (Esta historia la pulicamos, con otro "talante" en 2018).

martes, 19 de mayo de 2020

EL RECUERDO FELIZ

EL RECUERDO FELIZ


¿Causa tristeza recordar
los momentos agotados
que eras feliz?

No te cause dolor,
pues continuó la felicidad.
Ella es tan dulce como la tibia melancolía
que el recuerdo verá…

Acércate a esa vieja felicidad
en su forma más pequeña y accesible.




LOS RECUERDOS FELICES TAMBIÉN DEJAN CICATRIZ

«El error es mirar lo de ayer con ojos de hoy,
querer que las cosas vuelvan a ser igual
cuando tú ya no eres el mismo,
como si se pudieran reciclar los suspiros
o dar un mismo beso por segunda vez.

Los mudos no gritan, los sordos no ven la música,
con las cinco letras que se escribe tarde
no puedes escribir ahora,
el amor que fue, ese ya nunca vuelve.»

lunes, 18 de mayo de 2020

LOS ROSTROS DEL MAR

LOS ROSTROS DEL MAR

Son tan reales, tan imborrables como
los de la tierra las caras del mar.

En el puerto, saludo e inauguro el cruce
porque espero conocer a esa
luz clara, o esa
plomo oscuro en el cielo, o ese
esmeralda leve, o esa
vigorosa espuma ligera que
las nubes admiran o envidian.

MARTEL.LUS (J.M. González Soto. 2020)


domingo, 17 de mayo de 2020

LAS DEMOSTRACIONES

Una vez mi madre me vino a visitar y se quedó a dormir en mi casa.

A la mañana siguiente tenía que madrugar. Fui a su habitación a despedirme, pero la vi tan dormida que preferí no despertarla. Era, según mi modo de pensar, una manera de demostrar mi cariño y mi respeto por ella.

Mas tarde me llamó muy afectada, preguntándome que si me costaba despedirme y quejándose de mi frialdad para con ella.


Y no la entendí. No entendí cómo aquella situación pudo hacerle dudar de mi afecto, sobre todo porque mi actitud fue una demostración de lo contrario.

Entonces comprendí que no todos manejamos ni el mismo lenguaje ni la misma interpretación de los actos, de tal modo que que lo que para mí fue un acto de cariño, para ella fue un acto de indiferencia.

Mi conclusión fue (y sigue siendo) que muchas personas se aman, se aprecian… pero no se acaban de entender o no se entienden en absoluto y no porque no haya cariño, sino porque cada una de esas personas traduce las relaciones de una manera diferente. 

sábado, 16 de mayo de 2020

UNA FAMILIA MODELO


Una familia modelo cenaba tranquilamente cuando la hija de diez años comenta: 

- Tengo una mala noticia, ya no soy virgen...

Un silencio sepulcral se apoderó de la mesa y de repente empiezan las acusaciones mutuas: El marido dirigiéndose a su mujer: 

- Esto es para que veas cómo eres una mala madre. Por ir vestida como una cualquiera y flirtear con el primer imbécil que aparece por la puerta. ¡Claro, algún día esto tendría que ocurrir! ¡Con el ejemplo que ve la niña todos los días, no me extraña! 

Ahora, el padre la toma con su hija mayor de 20 años: 



- ¿Y tú? (Apuntándole con el dedo) Qué te pones a darte el lote en el sofá con ese novio tuyo, que tiene pinta de mariquita arrepentido, pero claro tú dices que es 'metrosexual' o como se llame esa cosa. ¡Es que eres igual a tu madre! Y la niña lo ve y quiere copiar. 

La madre ya no aguanta más tanta humillación y le contesta con tremenda crueldad.

Totalmente descontrolada y al borde del colapso, la madre le pregunta a la niña, con los ojos llenos de lágrimas. 

- ¿Quién te hizo eso, mi niña? Cuéntame.

Entre sollozos y lágrimas, la niña le contesta:

  • La profesora, que se ha enfadado y me ha quitado del Nacimiento y ahora ya no soy Virgen, soy vaca.

Sacado de la red

viernes, 15 de mayo de 2020

¡DONDE FUE?

¿DÓNDE FUE?

A veces uno se deja llevar por el texto que sea, porque atraviesa los propios sentimientos y toma nota de él, para tenerlo, para rememorar historias, para volver una y otra vez sobre sus palabras.

Pero no siempre anota todo lo que es debido y, al final, queda como un texto “mutilado”, sin autor, sin referencia… y a uno le da vergüenza que alguien pueda pensar que es propio.

Este no lo es, no es propio, pero… me dice tantas cosas… que quisiera compartirlo. Ojalá me sepáis perdonar esta licencia.



Dónde fue que te dejé.
Dónde fue que te perdiste.
Dónde fue que te olvidaste
de lo mucho que te quise…

Dónde están los recuerdos.
Dónde están las canciones.
Dónde están los besos,
las caricias, las pasiones…

Y ahora qué hago sin ti.
Cómo sano mis heridas,
cómo le digo a mi almohada
que te fuiste de mi vida…

Quién me llenará de besos,
quién me escribirá poesías,
quién dibujará en mi rostro
las sonrisas que tu hacías…

jueves, 14 de mayo de 2020

EL GATO (Una digresión)


COSAS DE LA VIDA, QUE VAN Y VIENEN

Un marido odia al gato de su mujer y decide hacerlo desaparecer. Lo mete en una bolsa y lo lleva en el coche a 20 kilómetros de su casa. Cuando vuelve, el gato estaba sentado en la puerta de casa. Nervioso, el hombre, repite la operación, pero ahora lo abandona a 40 kilómetros de su casa. A la vuelta, el gato otra vez estaba esperándolo en la puerta de casa.

Ahora estaba furioso: agarra el gato, lo pone en el coche y recorre 10 kilómetros a la derecha, 20 a la izquierda, 30 hacia el norte, y 25 hacia el sur. Suelta el gato y emprende el regreso a casa.



Al cabo de un rato, llama a su mujer por el móvil y le dice:

- Querida, ¿el gato está por ahí?
- Acaba de llegar, ¿por qué querido?
- Pon a ese hijo de puta al teléfono, que me he perdido.

miércoles, 13 de mayo de 2020

PARA ESTE PEREGRINO

PARA ESTE PEREGRINO

Peregrino permite que:
El viento se lleve tus penas,
La brisa acaricie tu alma,
El mar sane tus heridas,
El sol evapore tus sufrimientos,
La tierra acoja tus pasos,
El agua limpie tu corazón,
La lluvia refresque tu agobio,
El cielo abra tu horizonte,
La luz ilumine tu andadura,
El amanecer señale tu camino,
El atardecer te ofrezca hospedaje,
La noche vele tu descanso,
La luna arrulle tu sueño,
Las estrellas te sirvan de guía,
El firmamento te cubra con su manto.

En fin, deja que el Universo,
te acompañe en tu caminar,
estés donde estés


"Hay besos que se dan con la mirada 
hay besos que se dan con la memoria..."

Gabriela Mistral



Del buen amigo Jesús Aragón, al que agradezco cada letra.