miércoles, 25 de julio de 2018

LA VIDA Y LAS PALABRAS

LA VIDA Y LAS PALABRAS

Ayer escribía sobre las palabras, sobre los efectos que causan y cómo pueden ser armas (a través de Fito Páez) y también de su necesidad, apoyados en Pablo Neruda.

Las palabras, tanto presentes como ausentes (el silencio) caen sobre uno actúan de muchas manera, porque son, encierran o describen la esencia de ser humano, son su alimento y su expresión.

Pero el vivir es veleidoso, va más allá de las palabras, tanto que se hace incomprensible, con expresa Juan González en este poema 


A VECES EL VIVIR

En el vivir entra a veces
el amargo sabor de lo incomprensible,
el barco en escora hacia la arena,
el vencejo braceando náufrago en el sueño.

A veces, en el vivir
se eriza el agua encharcada del absurdo,
el asombro inerte entre los párpados.

No bastan entonces las palabras,
se hacen menudas, limosnean lisiadas
miradores a una tapia,
broncehélices ruedan aire,
velasniebla lo buscan bajo el agua.

Una mano amiga luego
lanza al cielo el dulce paso del vencejo,
sus delicados ojos aún atónitos.
Alas antes anclas ahora velas,
torbellino de hélice en la espuma


Juan GONZÁLEZ SOTO

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